COMPONENTE
DISEÑO E IMPLEMENTACIÓN DEL ENFOQUE ETNICO EN LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL DE
MEDELLÍN – FASE I
Aníbal Gaviria Correa
Alcalde de
Medellín
Juan Carlos Giraldo Salinas
Vicealcalde de
Salud, Inclusión Social y Familia
Héctor Fabián
Betancur Montoya
Secretario de
Inclusión Social y Familia
Luz Aída Rendón Berrío
Subsecretaria de
Grupos Poblacionales
Alberto Barrios
Deschamps
Director Etnias
Equipo de Dirección de Etnias
Diego Mauricio
Maya Correa
Ramón Emilio Perea Lemos
Nelly María
Castillo Asprilla
En Asocio con
Corporación Biodiverso
Coordinadora
Esmeralda Barrios Agamez
Producción de textos
Carlos Augusto
Viáfara López.[1]
Melquiceded Blandón
Mena[2]
unidaddeetnias@medellin.gov.co
385 69 57
[1]Economista, magister en Población: Facultad
latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso México. En la actualidad es
profesor Asociado del Departamento de Economía de la Universidad del Valle,
Cali-Colombia. Cuenta con una amplia experiencia en investigación en el área de
desarrollo económico y social, y políticas públicas para la población afrocolombiana
[2]Politólogo, magister
en Salud Colectiva de la Universidad de Antioquia. En la actualidad es profesor
universitario en diversas universidades de la ciudad de Medellín, catedrático,
consultor e investigador independiente en el área de organización del estado,
políticas públicas, grupos étnicos, Políticas sociales y salud
[3]Sociólogo, magister en Estudios latinoamericanos de la Universidad
Simón Bolívar de Ecuador, en la actualidad es Director del Programa de Sociología de la Universidad del Pacifico
en Buenaventura. Experto en metodologías de trabajo cualitativo con grupos
étnicos
Contenido
1 Introducción
Uno de los hechos más relevantes en el contexto
global en las últimas décadas ha sido el crecimiento económico de muchas
economías emergentes, lo cual ha acelerado el proceso de convergencia en
términos de ingresos a través del proceso globalización. Un mundo globalizado
implica interdependencia y vulnerabilidad ante cualquier cambio o situación
acaecida en este complejo sistema. Debido a esto, la globalización involucra
retos asociados a la protección social de los ciudadanos ante cambios abruptos
en el entorno o choques en la economía global que afectan negativamente el
valor de la producción de bienes y servicios, y que pueden tener efectos
lesivos en los niveles de bienestar de las personas, como resultado de la caída
de los ingresos o aumento en la frecuencia de situaciones de desempleo
(Holzmann y Jorgensen 2000).
En tal sentido, la estrategia de Manejo Social de
Riesgo (M. S. R.) surge como una respuesta para la gestión de los riesgos
derivados del proceso de globalización. Esto significa que el principal
objetivo de la estrategia de M.S.R. es proveer la protección social de los
ciudadanos, en especial los más pobres quienes naturalmente se enfrentan a un
mayor grado vulnerabilidad debido a la falta de activos y capacidades que les
permitan sobrellevar situaciones de pérdidas de ingresos o debilitamiento de
sus estrategias de protección social (Mejía y Franco, 2007).
“Riesgo es el enfoque moderno de la previsión y control de las
consecuencia futuras de la acción humana, las diversas consecuencias no
deseadas de la modernización radicalizada. Es un intento (institucionalizado)
de colonizar el futuro, un mapa cognitivo. Toda sociedad, por supuesto, ha
experimentado peligros. Pero el régimen de riesgo es una función de un orden
nuevo: no es nacional, sino global”. (Beck, 2002, pp. 5).
Según Díaz (2011, pp. 96), en Colombia la estrategia
de M. S. R. intenta reducir la vulnerabilidad social de los ciudadanos a partir
de la gestión de los riesgos sociales. De hecho este nuevo enfoque tiene como
objeto fundamental la previsión, reducción, mitigación y superación del riesgo
para los grupos poblacionales vulnerables.
“El MSR (Manejo social del riesgo) se basa en la
idea fundamental de que todas las personas, hogares y comunidades son
vulnerables a múltiples riesgos de diferentes orígenes, ya sean éstos naturales
(como terremotos, inundaciones y enfermedades) o producidos por el hombre (como
desempleo, deterioro ambiental y guerra). Estos eventos afectan a las personas,
comunidades y regiones de una manera impredecible o no se pueden evitar, por lo
tanto, generan y profundizan la pobreza. La pobreza tiene relación con la
vulnerabilidad, ya que los pobres habitualmente están más expuestos a riesgos,
pero al mismo tiempo tienen poco acceso a instrumentos adecuados de manejo del
riesgo. En consecuencia, el suministro y selección de instrumentos adecuados
para el MSR se convierte en un medio importante para reducir la vulnerabilidad y
proporcionar un medio para salir de la pobreza. Para ello se debe encontrar un
equilibrio entre disposiciones de MSR (informales, de mercado, públicas)
alternativas y estrategias de MSR (prevención, mitigación, superación de
eventos negativos) y encontrar los correspondientes instrumentos de manejo en
términos de oferta y demanda.” (Holzmann y
Jorgensen 2000, pp. 4)
Ahora bien, es importante mencionar que las
estrategias de protección social son de larga data en el ámbito global. En
América Latina se distinguen tres tipos de modelos de protección social que han
estado inmersos en las políticas de reducción de la pobreza y la desigualdad en
la región a partir de los años 70, cuando cambiaron los objetivos de la
estrategia de desarrollo. Según Filgueira (1997), los modelos de protección
social aplicados en América Latina en el período de Industrialización por de
Sustitución de Importaciones (ISI) se pueden resumir de la siguiente manera:
Universalismo estratificado: Es
un modelo que propugna por un aseguramiento universal de la población en
educación, salud y seguridad social, no obstante el acceso, rangos de
protección y la calidad de los servicios está asociada con las características
de inserción en los mercados de trabajo de los trabajadores.
Regímenes duales: Son aquellos
en los cuales subsiste un sector moderno industrial o de servicios de alta
productividad con un sector rural rezagado de baja productividad, lo cual va a
determinar el acceso a los servicios sociales.
Regímenes excluyentes: En este
tipo de regímenes coexisten el acceso y calidad de los servicios sociales para
una segmento exclusivo de la población, y al mismo tiempo la mayoría de la
población, que se encuentra inmersa en situaciones de pobreza, tiene barreras
para el acceso y la calidad en la prestación de los servicios sociales. En este
caso el acceso a la protección social está igualmente definido por las
características de inserción en los mercados de trabajo, en el cual los
trabajadores pertenecientes al sector formal se encuentran asegurados mientras
los que pertenecen al sector informal se encuentran excluidos del sistema de
protección social.
Más allá de la implicaciones de esta clasificación
para la política social, y sus efectos en la reducción de la pobreza y la
desigualdad, los regímenes de protección social se han caracterizado por ser
contributivos en seguridad social, mixtos en salud y universal en educación con
un evidente sesgo urbano, que han derivado en fuertes desigualdades en los
indicadores de bienestar social en la región. En verdad, América Latina es la
región más desigual del mundo, y aunado a lo anterior, los modelos de
protección social han soslayado los factores estructurales que ha llevado a que
determinados, grupos sociales, en especial los grupos étnico-raciales, se vean
sobrerrepresentados entre los más pobres de la sociedad y por lo mismo exhiban
un mayor grado de vulnerabilidad.
Tal reconocimiento implicaría una estrategia del M.
S. R. y programas holísticos en la política social que permitan la protección
social adecuados e integración de grupos sociales que han enfrentado
históricamente mayores desventajas, y que en la actualidad todavía siguen
siendo afectados por el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las
formas conexas de intolerancia, factores que indudablemente los han puesto en
una situación de extrema vulnerabilidad en periodos de crisis.
En tal sentido, la Declaración y el Programa de
Durban e igualmente la Declaración y el Programa de Actividades del Decenio
Afrodescendiente, reconocen que los grupos étnico-raciales todavía siguen
siendo afectados por los vestigios de la trata de esclavos y el colonialismo,
que se combinan con la discriminación racial contemporánea para afectar el goce
efectivo de sus derechos fundamentales. Así mismo, se insta a los Estados a
implementar estrategias y programas de política que garanticen la igualdad y la
no discriminación sumados a medidas de reparación que busquen reducir las
grandes brechas en los indicadores de bienestar que enfrentan los grupos étnico-raciales
en términos comparativos con la población no se autorreconoce a ningún grupo
étnico-racial. Es decir, la vulnerabilidad de los grupos étnico-raciales no
solo es un fenómeno asociado a la globalización, incluso los sistemas de
protección social estuvieron ausentes para estas poblaciones en periodos
normales debido a los efectos de la discriminación en los mercados laborales
que los empujo desproporcionalmente a los segmentos informales induciendo una
mayor desprotección social y a la utilización exclusivamente de estrategias
informales para la mitigación de los riesgos.
Asumir y enfrentar los riesgos para los grupos
étnico-raciales implica un mejoramiento de los en estados y acciones que
permitan la formación de capacidades para escapar de la pobreza, aunados a
medidas especiales que combatan la discriminación en el sistema educativo y en
los mercados laborales sobre la base de un enfoque de derechos.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, a
continuación se presenta el componente de diseño e implementación del enfoque
étnico en la administración municipal de Medellín, de la cual la primera parte
es esta introducción. Después se exponen los principales aspectos conceptuales
detrás de la estrategia M. S. R. Luego se hace un balance en torno a la
recolección y análisis de información relevante sobre los grupos étnicos en la
ciudad y la aplicación del modelo de atención de la vulnerabilidad social y
riesgos sociales en la Secretaría de Inclusión Social y Familia. Más adelante
se identifican los riesgos sociales de la población étnica de la ciudad,
mediante muestra poblacional de la población Afrodescendiente e Indígena con
250 personas. Para terminar se expone la estructuración de un modelo de gestión
del riesgo social para grupos étnicos en la ciudad de Medellín.
1.1 Bibliografía
- Beck, Ulrich (2002). La sociedad del riego
global, Siglo veintiuno de España editores
- Díaz Reina, Gabriel Augusto (2011). “Propuesta
de una matriz para el manejo social del riesgo”, Movimiento Científico,
Vol. 5, núm. 1, pp. 94-103.
- Filgueira, Fernando (1997). “La nueva arena de
las políticas sociales: vectores internacionales y mediación doméstica en
la reforma del sector social en América Latina”, en Pérez Baldotano Andrés
(editor), Globalización, ciudadanía y política social en América Latina:
tensiones y contradicciones, Caracas: Nueva Sociedad, pp. 67-96.
- Holzmann, Robert y Jørgensen, Steen (2000). Manejo Social del Riesgo: Un nuevo marco
conceptual para la Protección Social y más allá. Serie de Documentos sobre
la Protección Social. Banco Mundial
- Mejía-Ortega, Luz M. y Franco-Giraldo, Álvaro
(2007). “Protección Social y Modelos de Desarrollo en América Latina”,
Revista Salud Pública, 9 (3), pp. 471-483.
- Naciones Unidas (2002). Declaración y Programa
de Acción de Durban Conferencia Mundial contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia,
Bogotá: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Oficina en Colombia
- Naciones Unidas (2014). Programa de actividades
del Decenio Internacional para los Afrodescendientes. Consultado en: www.un.org/es/events/africandescentdecade/.../plan_action_spanish.pdf
1 Marco Conceptual
Durante mucho tiempo el riesgo fue abordado
exclusivamente por las ciencias naturales y por las ciencias aplicadas como las
ingenierías; el riesgo se concebía como producto del comportamiento de la
naturaleza. Esta concepción dio prelación al tratamiento de las amenazas (la
variable del riesgo que hace alusión a la actividad de los fenómenos naturales)
y, en consecuencia, su gestión se concretaba en estrategias de mitigación
asociadas al desarrollo de obras de infraestructura que tenían por objeto
reducir el impacto de los fenómenos o el diseño de la respuesta ante el
desencadenamiento de eventos potencialmente destructivos.
No obstante, la debilidad de este enfoque radicaba
en la generación de una visión parcial y fragmentaria del riesgo como amenaza y
desastre. Siempre, entonces, enfatizando en el fenómeno de la naturaleza y
nunca en el factor humano. Siempre como una opción reactiva ante el
acaecimiento de un evento con capacidad para generar daño.
La estrategia del manejo social del riesgo va más
allá de esta visión tradicional del riesgo, y pone énfasis en la protección
social de los ciudadanos insertos en la sociedad global. Se reconoce la
existencia de la vulnerabilidad y por lo mismo la necesidad de gestionar los
riesgos en virtud a la gran exposición de los pobres y la valoración de las
capacidades, más allá de los programas públicos que contribuye a superar la
vulnerabilidad, en una relación de ésta versus aquellas (Holzmann y Jørgensen,
2000, pp. 4).
Sin embargo, hay algunas limitaciones previsibles
frente al avance de las estrategias actuales de la gestión del riesgo, entre
ellas las que el modelo predice, tales como las dificultades en el acceso a la
información en las comunidades, importante en la toma de decisiones y en la
planificación, de igual forma, la debilidad con la que el flujo de información
en niveles de formalidad públicos o privados fluyen hacia la base social, con
el objetivo de hacer gestión del riesgo. Una debilidad fundamental, se centra
en que el modelo no contempla el riesgo y las amenazas que le dan origen como
una realidad permanente en las comunidades más vulnerables.
Al respecto, se puede decir que los eventos
devastadores son impredecibles y el proceso por etapas en el manejo social del
riesgo, expresado en la línea “prevención, mitigación, superación de eventos
negativos”, hace referencia a un antes, un durante y un después (Holzmann &
Jørgensen, 2000, pp. 29; Heitzmann, Canagarajah & Siegel, 2002, pp. 5).
Así, la evaluación del riesgo es un mecanismo que
contribuye a reducir los impactos de la materialización del riesgo en
desastres, crisis económicas, etc. La evaluación del riesgo permite construir,
como resultado final, escenarios de riesgo que permitirían zonificar amenazas,
vulnerabilidades y capacidades, para definir cuál es el riesgo aceptable y
dirigir las políticas locales, regionales y nacionales, los recursos públicos y
privados, formales e informales, en el propósito de su reducción.
A este respecto, Karin Heitzmann, R. Sudharshan
Canagarajah & Paul B. Siegel (2002), enfatizan en la factibilidad y la
necesidad de la evaluación de la vulnerabilidad llevada a la teoría del riesgo.
Lo anterior partiendo de las fuentes de la vulnerabilidad, poniendo en el
centro el concepto de “cadena del riesgo”, en función del “…riesgo o
acontecimiento no previsto, las alternativas existentes para la gestión de
dicho riesgo (…) y el resultado final en términos de la pérdida de bienestar”
(pp. 7).
En relación con la vulnerabilidad, su evaluación
apunta a “la correlación, frecuencia y cronología de los riesgos, y con las respuestas
a los mismos. Otro factor esencial son los activos (…) en posesión de los
hogares, ya que la elección de los instrumentos de gestión del riesgo (…)
depende en buena medida de tales activos” (Heitzmann, Canagarajah & Siegel,
2002, pp. 22).
La evaluación de la vulnerabilidad implica, no
obstante, partir de los estándares o abstracciones aceptadas en el campo de las
ciencias sociales, como la línea de pobreza, el Índice de Necesidades Básicas
Insatisfechas – NBI -, Índice de Desarrollo Humano – IDH -, etc. que
permitirían hacia futuro encausar las políticas y los presupuestos estatales y
la coordinación de los diversos recursos privados e informales y hacer un
seguimiento de la eficiencia y eficacia de las políticas (Heitzmann,
Canagarajah & Siegel, 2002).
Por ejemplo,
la ola invernal 2010-2011, trajo consigo la puesta sobre la mesa de la
insuficiencia con la que el riesgo estaba siendo asumido en todos los
escenarios en Colombia. Sobre todo en virtud a la visión parcial del riesgo
como políticas de prevención, o actividades de mitigación y atención del
desastre y la emergencia.
Frente a estos imaginarios sueltos, propios de cada
sector de la gestión del riesgo (las instituciones de planeación y las
autoridades locales, las entidades responsables de la infraestructura física y
los organismos de socorro), el Gobierno Nacional, con el aporte de diversos
sectores públicos y privados, se vio en la necesidad de reformar y reorganizar
el sistema de gestión del riesgo en el país, en el entendido de que todas las
instituciones y actores deben articularse desde una perspectiva sistémica. El
resultado final es la Ley 1523 de 2012 que articula a todas las entidades del
Estado, del orden nacional, regional y municipal, lo mismo que a las
instituciones del sector privado y a las propias comunidades. El Artículo 1 de
la Ley, define la gestión del riesgo de desastres como
…un proceso social orientado a la formulación, ejecución, seguimiento y
evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones, instrumentos,
medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del riesgo y
para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a la
seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo
sostenible. (Ley 1523 de 2012)
Como puede observarse, la perspectiva cambió desde
las últimas décadas del siglo XX, cuando se suscribe una estrategia holística
del riesgo, que guarda, por demás, alguna coherencia con la propuesta del MSR
(Holzmann & Jørgensen, 2000: p. 29). Este nuevo enfoque implica una manera
distinta de ver el riesgo que se expresa en dos aspectos. Primero, el riesgo se
construye socialmente[1] y
no es producto de la naturaleza, por lo tanto si no se reduce se podría
configurar en desastre (CIF/OIT, 2010, pp. 35). Segundo, el riesgo de desastres
es susceptible de ser evaluado para ser gestionado o reducido (Ibid) Tercero,
el M. S. R. implica intervenciones de diversas variables en virtud a la
complejidad social y al aumento de diversos riesgos: sociales, financieros,
globales, locales, etc. (Holzmann & Jørgensen, 2000, pp. 29; Heitzmann,
Canagarajah & Siegel, 2002, pp. 4).
Las perspectivas contemporáneas como el M. S. R. o
la gestión del riesgo tienen en común poner sobre la mesa la influencia del factor
humano en su generación, pero al mismo tiempo que sus impactos son padecidos
por las comunidades, configurando de esta manera complejos escenarios de
vulnerabilidad (Heitzmann, Canagarajah & Siegel, 2002, pp. 5).
Sin embargo, el reconocimiento del riesgo de
desastre en función de las variables amenaza y vulnerabilidad (CIF/OIT, 2010,
pp. 35) rompe con los límites temporales de intervenirlo antes o después,
porque gestionarlo debe ser un proceso sistemático y permanente[2]
que va más allá de su materialización en un evento destructivo como un desastre
(CIF/OIT, 2010, pp. 29).
La gestión del riesgo resulta ser un complejo
proceso social…
...sistemático
y permanente de análisis, toma de decisiones y aplicación de medidas políticas,
administrativas, económicas, sociales y ambientales y conocimientos
organizacionales y operacionales destinados a implementar políticas,
estrategias, programas, proyectos y a fortalecer capacidades con el fin de
reducir al máximo los riesgos existentes, enfrentar situaciones de crisis y
emergencias y prever la generación de riesgos futuros en la sociedad, ante el
posible impacto de fenómenos potencialmente destructores de origen natural o
antrópico. (Ibíd.)
Se trata, en consecuencia, de
superar la visión temporal en fases sucesivas y separadas en el manejo
tradicional del riesgo, al concebir éste desde intervenciones ex ante y ex post, que considera una serie de actividades puntuales con
cierto desprendimiento de procesos sistemáticos (Heitzmann, Canagarajah &
Siegel, 2002, pp. 8).
Sin embargo, en muchos enfoques
del manejo del riesgo, aunque estos pretendan apuntar a la generación de la
calidad de vida de la población en sus distintos grupos sociales, a partir de
la reducción de la vulnerabilidad, sin embargo, continúan ligados a visiones
resultantes de experiencias locales, que no logran hacer la conexión entre
vulnerabilidad – riesgo – vulnerabilidad de forma general.
El concepto de gestión del
riesgo involucra decisiones de política, intervención social y superación de
las condiciones de vulnerabilidad económica. Los dos enfoques[3]
complementarios significan, además, el reconocimiento de que junto a las
variables amenaza y vulnerabilidad, se encuentran las capacidades, como “la
combinación de todas las fortalezas, los atributos y los recursos disponibles
dentro de una comunidad, sociedad u organización que pueden utilizarse para la
consecución de los objetivos acordados” (CIF/OIT, 2010, pp. 25).
Se parte del reconocimiento de
las propias condiciones locales de orden socioeconómico como factor necesario
para la reducción de la vulnerabilidad, de un lado; de la formulación,
operación y evaluación de procesos participativos de desarrollo en el escenario
territorial, a partir del diagnóstico de las condiciones de vida de los
distintos sectores y grupos sociales, como condición imprescindible para
gestionar y reducir el riesgo, de otro; en el propósito de apuntarle al alcance
de condiciones de bienestar y calidad de vida.
1.1 Bibliografía
- Centro
Internacional de Formación de la OIT (OIT). Programa Delnet. (2010). Marco
Teórico y Glosario. Curso de Reducción del Riesgo de Desastres y
Desarrollo Local Sostenible. Turín: Centro Internacional de Formación de
la OIt, EIRD y Cooperazone Italiana.
- Heitzmann,
K., R. Sudarshan Canagarajah y P. B. Siegel (2002). Criterios para evaluar
las fuentes y de la vulnerabilidad. Serie de Documentos sobre la
Protección Social, (Junio).
- Holzmann,
R. y Jørgensen, S. (2000). Manejo Social del Riesgo: Un nuevo marco
conceptual para la Protección Social y más allá. Serie de Documentos sobre
la Protección Social. Banco Mundial.
[1] Aspecto retomado en la Ley 1523 de
2012.
[2] Ver más arriba Artículo 1° Ley 1523.
[3] Ver Holzmann & Jørgensen, 2000,
pp. 4.
1 PRODUCTO ETAPA 1. Grupos étnicos y
modelos de atención. Balance de los modelos de atención institucional para
pueblos afrocolombianos e indígenas en el Municipio de Medellín[1]
1.1 Contexto socio – histórico del pueblo afrodescendiente. Entre la
exclusión racial y la inclusión diferencial en el contexto urbano
El complejo contexto contemporáneo que cambio en el
último cuarto del siglo XX, se caracteriza por la emergencia del multiculturalismo
constitucional y la emergencia de los movimientos afroamericanos con particular
fuerza desde los 1980s, en el contexto de la globalización neoliberal, el
surgimiento de nuevos movimientos sociales, y las crisis de las viejas
izquierdas vanguardistas y obreristas que tendían a negar o marginalizar la
cuestión racial. También había y todavía sobrevive una tendencia a deslindar lo
racial de lo étnico, asociando lo racial con lo afro y lo étnico con lo
indígena, lo que ha venido acompañado de un indigenismo que tiende a negar el
problema del racismo como un mal que afecta tanto a los afrodescendientes como
a los indígenas. La formación de redes nacionales y transnacionales de
movimientos Afro por toda América Latina sobre todo a partir de los 1980s marco
un giro hacia el Sur en el eje principal del activismo Afro en las Américas.
Uno de los hitos de esta articulación de movimientos fue el proceso de
organización y concientización que llevo a la Declaración y Plan de Acción de
Durban en contra del Racismo y formas conexas de discriminación lo que
significó una apertura de gestiones institucionales contra el racismo y por la
equidad racial a través de la región.
Este escenario ha hecho que los temas de la
diversidad étnica y cultural, los grupos étnicos, la interculturalidad, el
multiculturalismo y todos los problemas asociados al racismo y la
discriminación racial, lleguen a ser reconocidos como problemas claves en los
discursos públicos de la región, lo que constituyó una especie de reforma
cultural en América Latina.
El advenimiento de los discursos multiculturalistas
en Colombia, tienen un fuerte impulso a partir de los cambios jurídicos -
políticos que reconocieron nominalmente la diversidad étnica y cultural de la
nación en la carta constitucional colombiana de 1991. La Constitución Política
Colombiana de 1991, se nos aparece como una carta multiculturalista que
reconoce derechos étnicos y territorios a las comunidades afrocolombianas,
situación que no se relaciona con las relaciones interétnicas que aún siguen
marcadas por la negación histórica, la exclusión de la historia oficial y el
racismo estructural de la sociedad colombiana. En ese sentido, los esfuerzos
del movimiento afrocolombiano y de la incipiente institucionalidad étnica del
país, se enmarcan en reconocer el legado del afrodescendiente en la historia
reciente colombiana, el reconocimiento cultural y territorial, la forma como
construyen sus identidades étnico – raciales y las relaciones que se agencian
con otras identidades en el marco de complejidad identitaria y
multiculturalismo discursivo que caracteriza a la sociedad contemporánea.
Sin embargo, es importante develar como el
reconocimiento de las identidades racializadas de población afrocolombiana se
han construido sobre un conjunto de representaciones que generalizaron su
identidad como un conjunto de comunidades habitantes de la Cuenca del Pacífico, con un origen común, unas prácticas tradicionales
de producción comunes, una cultura propia, unos territorios de uso colectivo y
un hábitat rural étnicamente diferenciable, situación que produjo una
extrañación referente a la vida social y formación de las identidades – étnicas
afrocolombianas en los centros urbanos que configuró el desarrollo del
capitalismo en Colombia a lo largo del siglo XX. Por tanto, aunque se reconoce
la relevancia histórica, política, poblacional y étnica de la Cuenca del
Pacifico, su lugar como principal concentración de población afrocolombiana, en
términos del total de la población de esta región, y que esto la mantiene como
reservorio histórico, social y cultural de este grupo étnico, es necesario
investigar y conocer las dinámicas sociales de las grandes concentraciones de
población afrocolombiana formadas en espacios urbanos importantes como Bogotá,
Cali, Medellín y Cartagena, además de sus profundas relaciones con los
territorios ancestrales de comunidades asentadas en la Cuenca del Pacífico.
El
contexto contemporáneo evidencia expresamente una variación demográfica entre
la población afrocolombiana, hoy la mayoría de la gente negra en Colombia
habita las zonas urbanas del país, por tanto, se hace necesario comprender y
atender institucionalmente las formas de construcción de ciudad entre las
diversas identidades afrocolombianas que habitan un contexto urbano como la
ciudad de Medellín, en un marco de complejidad identitaria y de conflictos
étnico – raciales que han creado prácticas jurídico - políticas excluyentes, no
obstante la existencia de un marco normativo que reconoce la diversidad étnica
y establece unas formas de interlocución de los colectivos afrocolombianos con
el Estado.
Las dinámicas sociales, políticas, territoriales y
culturales de las comunidades afrocolombianas han sido analizadas desde un
modelo rural que ha privilegiado una lectura sobre sus territorios ancestrales,
produciendo un orden discursivo y epistémico centrado en la región del
Pacífico. Lo anterior, ha implicado una concentración de los estudios y un
sesgo epistemológico, escapando al orden del discurso socio - antropológico las
trayectorias y experiencias históricas de las poblaciones afrocolombianas en
contextos urbanos. Es decir, las temáticas sobre el territorio de las
identidades étnicas afrocolombianas, la diferencia cultural y la defensa del
lugar han sido recurrentes en los últimos años, centrándose en comunidades
ancestralmente asentadas, con unas prácticas tradicionales de organización
social y de producción que permiten un manejo sostenible de su entorno, con
sentidos claros de pertenencia y conciencia étnica.
No obstante, aunque se reconoce la importancia
cualitativa, demográfica, cultural, histórica y política de la Región Pacifica
Colombiana en la configuración y devenir de las comunidades e identidades
afrocolombianas, es necesario asumir una actitud crítica y reconocer que aunque
los estudios sobre comunidades afrocolombianas continúen marcando sobre el
paradigma del Pacifico, ello no puede soslayar que desde el año 2002, las
poblaciones afrodescendientes representan en Colombia el 18.1%, es decir
7.800.869 personas del total de habitantes del país para ese momento (43
millones según aproximaciones del DANE -Departamento Nacional de Estadística).
La principal concentración de estas poblaciones en Colombia se encuentra en el
Pacífico representando – para ese momento – en el 82.7% del total de la
población de esta región (991.600 habitantes). Sin embargo esta población negra
del Pacífico no representaba sino el 12.7% del total de la Población negra del
país. Por tanto, ya para el 2002, el 69.4% de las poblaciones afrocolombianas
habitaba en concentraciones urbanas (Agudelo, Carlos: 2002).
En ese sentido, la trayectoria identitaria de las
comunidades afrocolombianas en Medellín no puede seguir siendo pensada como
parte de un proceso monolítico, sino por el contrario, como una serie de
dinámicas culturales y políticas que se han transformado en el tiempo y se
materializan de diferentes formas en la vida social de las ciudades.
La
formación y construcción de las identidades étnico – raciales de la población
afrocolombiana, han sido años marcadas por la formación de un movimiento étnico
– territorial afrocolombiano de alcance nacional, el giro multiculturalista del
Estado plasmado en la Constitución Política de 1991, la promulgación de la ley
70 de Comunidades Negras, la creación y proliferación masiva de ONG’s para el
trabajo con población afro, la creación de oficinas y gerencias especializadas
en gobiernos locales, la incorporación de acciones afirmativas en planes de
desarrollos locales, el establecimiento de espacios de interlocución permanente
con el Estado, el recrudecimiento del conflicto armado en la Cuenca del
Pacífico, el aumento del destierro y migraciones forzadas de territorios
ancestrales afrocolombianos hacia centros urbanos como Cali, Medellín y Bogotá,
el advenimiento de estudios y discursos sobre los derechos étnicos y culturales
en la academia, el establecimiento de agendas multilaterales y de cooperación
internacional para la población afrocolombiana en Colombia, la visibilización y
comercialización masiva nacional y trasnacional de elementos inmateriales y
estéticos etc., es decir, una variedad de dinámicas y procesos que de alguna
forma han marcado y producido las identidades afrocolombianas en los contextos
urbanos del capitalismo contemporáneo en Colombia. En fin, toda la trama
identitaria que se concreta entre los años previos a la Asamblea Nacional
Constituyente de Colombia en 1991 y el momento contemporáneo.
1.2 Contexto racial de la exclusión y el empobrecimiento de los
afrodescendientes en Medellín
Para
comprender la travesía histórica de la población afrodescendiente en Medellín,
es necesario dar una mirada a la dinámica y características de la población
afrocolombiana en su proceso diásporico en la ciudad, tal como lo enuncia el
líder reconocido Víctor Córdoba quien afirma que para establecer los parámetros
concretos de lo afro en Medellín y el Valle de Aburra, debemos remontarnos a la
fundación de Medellín como villa en 1675, fecha en la cual el sitio estaba
habitado por una población mayoritaria de mulatos, mestizos y negros libres;
que fueron reubicados en su mayoría, en el sector de Gualteros (Niquitao) y en
las inmediaciones del rio Medellín y las quebradas Santa Elena, La Iguana y la
Hueso.
En los últimos años de la colonia y primeros de la
república, con las políticas de colonización y estratificación social
impulsadas por la colonia europea y perpetuadas por las elites Antioqueñas, se
inició el desplazamiento de la mayor parte de Afrodescendientes, mulatos y
mestizos pobres, residentes en el Valle de Aburra, bajo las leyes de
colonización y de vagancia que se aplicaban para forzarlos a emigrar a otras
zonas y ampliar la frontera agraria, o en otros casos para trabajar en la
apertura de vías u otras obras públicas como la construcción de los ferrocarriles
nacionales.
La gran mayoría de la población afrocolombiana que
resistió a las políticas de desplazamiento, se mimetizaron o se integraron a la
sociedad mediante el proceso de blanqueamiento a partir del mejoramiento de su
condición económica en actividades de minería, comercio y artesanías, más a
partir de las guerras de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX,
llegaron de nuevo a Antioquia oleadas de Afrocolombianos originarios
principalmente del Cauca, Córdoba y Bolívar.
A partir de la década de los 50, con la construcción
de la vía Medellín-Quibdó, se inician las corrientes migratorias desde el
Chocó, las cuales se incrementan en los años 60 con la regularización de las
rutas comerciales entre los dos departamentos; dando origen a nuevos asentamientos
Afrocolombianos en Medellín, tales como La Valladera, Belén Rincón, Barrio
Antioquia, Moravia, la Iguana, entre otros.
Cabe anotar que las primeras corrientes de los años
50, se caracterizaron por ser transitorias y principalmente de estudiantes y
comerciantes de paso, así como colonos chocoanos de Urabá que adoptaron la
nueva vía hacia dicha región.
Entre los asentamientos Afrochocoanos generados en
Medellín, se empezaron a gestar redes de solidaridad en torno a la vivienda, el
estudio, la salud y el empleo, las cuales fueron incrementado la corriente
migratoria; en tanto que la mayoría de Afrodescendientes originarios del cauca
se dedicaron a las actividades agrarias, minera y artesanales. Estas dinámicas
empiezan a gestar los primeros esbozos organizativos en torno a sociedades
comerciales de hecho, colonias y hospedajes transitorios regidos por matronas
que acogen a familiares y paisanos conocidos o referidos.
A finales de los años 60, por influencia de las
luchas étnicas en E.E.U.U. y más concretamente por Martin Luther King y Malcolm
X, se empiezan a gestar los primeros intentos de organización conformados por
grupos de amigos, paisanos o profesionales con el fin de incidir en la política
local. Resultado de esta lucha nace el “Grupo Generación” más conocido como los
de la farmacia Madrid, no obstante, es sólo en la década de los 80 cuando surge
una organización que reivindica lo afro, como lo es la Corporación de
Negritudes de Antioquia.
A partir de la creación en Buenaventura del Circulo
de Estudios Soweto, y por solidaridad con la lucha contra el “Apartheid” en
Sudáfrica, se irriga hacia Medellín dicho propósito y se crea el Circulo de
Estudios Manuel Saturio Valencia “CEMASVA”, que posteriormente se transforma en
la subdirectiva local del Movimiento Nacional Cimarrón. También se crean por
esta época, una serie de organizaciones, grupos y ONGS de afrocolombianos en
procura de reivindicaciones regionales, políticas o económicas; o por el simple
deseo de apoyarse en tierras extrañas.
En los años 90, tras la presión ejercida por el
movimiento afrocolombiano en general, y gracias a la inclusión del AT. 55 en la
Constitución Nacional de 1991, se inicia una nueva etapa en el movimiento
Afrocolombiano de Medellín, con la creación de diversas formas organizativas
que reivindican lo afro a la luz de la Ley 70 de 1993.
Posteriormente, se constituye la Comisión Consultiva
Departamental de Comunidades Negras de Antioquia en 1995, la Federación de
Organizaciones Afroantioqueñas –AFROANTIOQUIA- en 1996, la Asociación de
Organizaciones de Afrodescendientes de Medellín –AFROMEDELLIN- y el Concejo
Municipal de Asuntos y Políticas Públicas de Medellín en el año 2006; entre
otras formas organizativas y espacios de participación frutos del proceso
organizativo en ciernes.
La carencia de memoria histórica hace que la
identidad étnico-racial se pierda, la historia que solo hace visible a la
población afrocolombiana cuando del proceso del esclavización se trata,
refuerza las barreras mentales que no permiten ver que no nacieron esclavos,
fueron esclavizados, y por ende fue violada su libertad. En este sentido, este
proceso pretende aportar a la recuperación de esa memoria sin cargar con el
estigma de la esclavización, aquel que refuerza el racismo, la discriminación y
la marginación del pueblo Afrocolombiano en la ciudad de Medellín.
En este contexto, no se puede desconocer que la
debilidad en los procesos de empoderamiento, la desinformación y el
desconocimiento de los mecanismos para la exigibilidad de derechos, no permite
que las acciones dispuestas para garantizar la discriminación positiva cumplan
sus objetivos (Mejorar las condiciones de vida de la población afrocolombiana,
reconocer sus aportes en la historia y permitirles acceder a los mecanismos
para defender su lugar como actores de ciudad).
Para ello, las organizaciones Afrocolombianas de la
ciudad de Medellín, los líderes comunitarios de los asentamientos
afrocolombianos en Medellín, expertos en el tema étnico, los docentes que
defienden una educación que responda a la características culturales y
ancestrales de los descendientes africanos en Colombia, y la comunidad en
general, deben aportar en la lucha que pretende visibilizar al pueblo
Afrocolombiano, y empoderarlo, proporcionando la información de los mecanismos
y acciones para la defensa de sus derechos, sin que ello implique, que la
acción gubernamental quede absuelta de divulgar, publicar y gestionar programas
y proyectos que beneficien a la población afrocolombiana habitante en Medellín.
Este panorama nos puede ayudar a comprender los
modos de acción, que incluyen en la ciudad la práctica política, los lenguajes
y significaciones que son constitutivos de la realidad del pueblo
afrocolombiano en Medellín, que lo particularizan.
En la actualidad un creciente número de pobladores
afrocolombianos se encuentra habitando la ciudad de Medellín, se estima que el
10%[2]
del total de la población. En su mayoría se ubican en barrios de estrato 1 y 2,
así como en urbanizaciones de reubicación y otros tantos conforman asentamientos
cuyos habitantes han sido en gran parte victimas del desplazamiento forzado,
como lo advierte un estudio de caracterización municipal, “un hecho muy
diciente, es que una quinta parte de los hogares afros encuestados en la ciudad
se declaran en situación de desplazamiento”[3].
Sumado a esto, llaman la atención los indicadores de
la situación socioeconómica de los afrocolombianos en Medellín, revelados por
el estudio de caracterización[4]
municipal publicado recientemente. De acuerdo a esta investigación, de la
población afro en la ciudad solo un 11.6% cuenta con un nivel técnico o
superior de educación, 62,3% de hogares subsisten con un salario mínimo o menos
al mes, 43% de las madres afrocolombianas ejercen el madresolterismo, 50% de
los jefes de hogar están trabajando, la posesión de propiedad privada es
mínima, y dos quintas partes de la población manifestaron haber sufrido
discriminación étnica
A lo anterior se suma, que en nuestra sociedad, el
racismo cotidiano, institucional y estructural, hacen más difícil la inclusión
de la población afrocolombiana en las dinámicas de ciudad y país, sin embargo
se reconoce que a nivel institucional se vienen adelantado algunas acciones en
cumplimiento de las disposiciones de Ley que promueven la protección de grupos
étnicos y la diversidad cultural, como la Política Pública para Población
Afrodescendiente en Medellín, - recientemente aprobada - y las acciones
afirmativas que administran desde las distintas secretarías y entes
descentralizados del Municipio de Medellín.
También existe en el Municipio de Medellín, la
Dirección de Etnias de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, que tiene
como objetivo lograr que la población afrocolombiana e indígena puedan mejorar
su calidad de vida y acceder a los beneficios del desarrollo por medio de su
inclusión en los programas y proyectos ofrecidos a nivel municipal.
Encontramos también como la Secretaría de Cultura
Ciudadana, la Secretaría de la Juventud, la Secretaría de las Mujeres, la
Secretaría de Inclusión Social y Familia, la Secretaría de Educación, el
Instituto de Deporte y Recreación de Medellín, entre otras dependencias que
ofrecen acciones afirmativas para población afrodescendiente, pero dicha
atención esta vista en términos de cuotas, y no se aplica de manera real y
efectiva un enfoque étnico diferencial, para el mejoramiento de las condiciones
de vida del grupo étnico.
Finalmente, este es el complejo contexto que
atraviesa la dinámica de la población afrodescendiente en Medellín. La amalgama
de situaciones organizativas, institucionales, interculturales, societales y
étnico – raciales determinan en última instancia las condiciones de vida del
pueblo afro. En este largo camino, hoy aparece una política pública como un
instrumento de planeación que garantice mecanismos institucionales para el
reconocimiento, restablecimiento y cumplimiento de los derechos humanos y
diferenciales de la población afrodescendiente en la ciudad de Medellín.[5]
1.3 Contexto étnico de los Cabildos Indígenas en la ciudad de Medellín
En Medellín, de
acuerdo a los estudios realizados por la administración municipal, en la
actualidad se cuenta con presencia de tres (3) cabildos indígenas legalmente
constituidos y reconocidos por el Municipio de Medellín. Estos cabildos agrupan
aproximadamente 4.280 indígenas de diferentes etnias y grupos étnicos del
territorio nacional, teniendo en cuenta que la población indígena se organiza,
se identifica y reconoce con los cabildos de acuerdo a su autonomía y a su
jurisprudencia especial. A continuación se hace una corta presentación de cada
uno de ellos:
1.
Cabildo
Indígena del Valle de Aburra CHIBCARIWAK, cabildo multiétnico y pluricultural
conformado en 1978, reconocido y posesionado por la Alcaldía de Medellín en
1990. Cuenta con una población aproximada de 3500 a 4000 afiliados, sus
cabildantes son procedentes de todo el país y de Ecuador.
2.
Cabildo
Indígena de los PASTOS- QUILLASINGAS creado el 12 de octubre de 2002,
reconocido por la Alcaldía de Medellín en 2006 y posesionado por la Alcaldía en
2013, cuenta con una población aproximada de 120 indígenas. Sus habitantes son
procedentes de los departamentos de Nariño y Putumayo. El gobernador del
cabildo tiene 15 años de proceso en Medellín, ciudad donde se encuentran
radicadas 90 familias de su comunidad.
3.
Cabildo
indígena INGA, creado en 2004, reconocido y posesionado en 2013, siendo sus
autoridades tradicionales Gobernadores quienes representan a sus comunidades y
son elegidos de acuerdo a sus usos y costumbres, con una población aproximada
de 160 afiliados. Sus habitantes son procedentes del departamento del Putumayo.
Desde mediados de los 90s los indígenas Emberá provenientes
del Chocó y Risaralda, se han venido a los centros urbanos a ejercer la
mendicidad utilizando los niños, niñas y las mujeres con el fin de lucro
particular manifestando un desentendimiento de sus necesidades por parte del
Estado, las Organizaciones, los Cabildos y sus representantes, justificando así
el abandono de sus tierras para asentarse en el ejercicio de la mendicidad en
las ciudades. Algunos de los motivos de salida de sus territorios se debe en
gran parte al accionar de los grupos ilegales al margen de la ley del que son
víctimas en sus resguardos y comunidades; en otras ocasiones se debe a la
búsqueda de ofertas académicas y laborales que les permitan mejorar sus
condiciones y su calidad de vida y otros con el objetivo de acceder a medicina especializada
que requieren en casos específicos de acuerdo a su diagnóstico médico.
Pese a la llegada
masiva de la población indígena a las ciudades en Colombia, de acuerdo al
abordaje que se ha dado al tema, es importante reconocer que las ciudades en el
territorio nacional no están preparadas para recibir a los indígenas ni los
indígenas para habitar la ciudad. Este hecho no se refiere únicamente a la
forma cómo están diseñados y estructurados los espacios públicos y privados,
incluidas las viviendas en las ciudades, sino a los imaginarios creados en los
habitantes en torno a las llamadas ‘’minorías’’ étnicas, entre ellas las
comunidades indígenas.
[1] Para la construcción de este producto
fue necesario estudiar los siguientes trabajos: Formulación de la política pública afrodescendiente para
Medellín (texto inédito), Planes de Vida Indígena para los Cabildos Urbanos de
Medellín (Textos inéditos), Estudio sociodemográfico población
afrodescendiente, caracterización Afrodescendiente 2010, documentos del
Proyecto de la Exclusión al Reconocimiento (textos inéditos) y los avances de
la caracterización indígena 2015 entre otros trabajos que hacen parte del archivo
de la Dirección de Etnias del Municipio de Medellín”.
[2]Dato arrojado por la Caracterización
de la Población Afrocolombiana de Medellín 2009-2010, realizada mediante un
convenio de asociación entre la Secretaria de Cultura Ciudadana del Municipio
de Medellín y la Corporación Con-Vivamos.
[3] Municipio de Medellín - Convivamos
(2009-2010).
[4] Municipio de Medellín - Convivamos
(2009-2010).
[5] En el marco de este
trabajo se publicará el texto ‘’Principios
y enfoques rectores de la política pública para población afrodescendiente en
la ciudad de Medellín’’, por tanto, parte de este contexto será publicado
integralmente en el libro que se publique al respecto.
1.1.1 Lugares de procedencia de la población indígena víctima del conflicto
La población
indígena asentada en la ciudad de Medellín víctima del conflicto en sus
territorios, procede principalmente de los departamentos del Chocó, Risaralda,
Putumayo y Pasto. En el área metropolitana del Valle de Aburrá habitan por lo
menos 4.280 indígenas, de acuerdo al dato suministrado por la Dirección de
Etnias, indígenas provenientes de más de 30 comunidades aproximadamente. A lo
largo de los últimos 35 años, Medellín ha sido el sitio de convergencia de
decenas de grupos indígenas que han emigrado de sus comunidades natales para
hacer una vida en la ciudad. Los principales motivos por cuales estas
comunidades migran a la ciudad de Medellín son: acceso a educación, acceso a
servicios de Salud especializados, atención por ser víctimas del conflicto y
con el objetivo de hacer vida en la ciudad.
1.1.2 Lugares de asentamiento en la ciudad de Medellín de la población indígena víctima del
conflicto
Las familias indígenas, asentadas en la ciudad de
Medellín, las cuales se ubican en inquilinatos cercanos al centro de la ciudad,
(ubicados en la comuna 10 en el sector de San Lorenzo), son mayormente
provenientes del Chocó y Risaralda. Estos deciden ubicarse allí, buscando la
facilidad de traslado a los diferentes lugares para el ejercicio de
“meamasí15”, o actividad económica: la mendicidad, como estrategia de
supervivencia en la ciudad para cubrir sus necesidades básicas.
De acuerdo a los ejercicios de georreferenciación y
recorridos pedagógicos realizados por la Unidad Móvil Especializada en
Población Indígena del proyecto Crecer con Dignidad, los sitios de ejercicio de
mendicidad o “meamasí” identificados son: Comuna 10 La Candelaria: Parque
Berrio y sus alrededores, Av. Oriental con Caracas, Av. La Playa con el Palo,
el Palo entre la Av. La Playa y Maracaibo. Comuna 14: Av. El Poblado desde San
Fernando Plaza hasta el Centro Comercial Premium Plaza, Transversal Intermedia
y Av. Regional – Estaciones del Metro Aguacatala y Poblado. Comuna 15: Parque
de Cristo Rey y Av. Guayabal con la Cra. 80. Comuna 11: Parque de la América,
Simón Bolívar, La Castellana. (Fuente: Informe final mesa indígena - Medellín)
1.1.3
El desplazamiento y la integración de la población a los espacios
urbanos: la mendicidad
El mayor impacto del desplazamiento
forzado es la inserción de las familias en el universo de la mendicidad,
actividad, que al final de su aprendizaje involucra no sólo a los desplazados,
sino que permea el mundo de ciertos segmentos poblacionales emberá chamí y
katío. La mendicidad como fenómeno engloba a la población, chamí y katío, de
los departamentos de Risaralda, Valle del Cauca y Chocó, práctica que se
constituye en alternativa para segmentos localizados en Pueblo Rico y Mistrató,
en comunidades del Alto Andágueda, las de la carretera Medellín Quibdó y las
que están asentadas al norte del departamento del Valle. Es importante reseñar
que respecto a este fenómeno las autoridades indígenas, en distintos momentos,
han emitido declaraciones y resoluciones con el objeto de propiciar
instrumentos de control, pero estas han quedado en simples declaraciones, como
igual, en los centros urbanos se han realizado campañas para que los ciudadanos
no apoyen tal práctica, e igual, tales campañas no tienen ningún impacto.
La población desplazada de los
municipios de Bagadó, Pueblo Rico y Mistrató, emberá chamí y katío, tienen como
centros de referencia la ciudad de Pereira y su área metropolitana, pero desde
allí se proyectan a centros como Bogotá y Medellín. Esta población, desde hace
más de una década, deambula por diferentes ciudades y ha convertido la
mendicidad en forma de vida. Es importante destacar que en el área
metropolitana de Pereira, para el año 2013, se asientan doscientas cuatro (204)
familias emberá, para una población de ochocientas setenta y seis (876)
personas. La mayor parte de la población Emberá concentrada en el área
metropolitana proviene de Risaralda y sus municipios aledaños, las familias que
habitan en el Barrio las Brisas, casi en su totalidad son del municipio de
Pueblo Rico del resguardo Unificado, y unos pocos de Gitó Dokabú. Así mismo los
pobladores de Caimalito ubicados hacia el área rural, son originarios del
Municipio de Mistrató de la comunidad Margen Izquierdo del Rio San Juan.
Mientras que los Emberá de Puerto Caldas provienen del municipio de San José
del Palmar Chocó, de la comunidad Copeg del Río Ingará, y del municipio de
Anserma Nuevo Risaralda, del Departamento del Valle del Municipio del Dovio
Valle, comunidades de Batatal y Bolívar.
En Bogotá, según el censo realizado por
el ICBF en el año 2011 la población indígena procedente de esta misma región
llega a 146 familias y 868 personas. En la actualidad esta población ha
cambiado por el retorno de un grupo de familias emberá chamí, apoyado por la
Unidad de Víctimas en diciembre de 2012. Sin embargo, es importante señalar que
los censos son cambiantes, que existe una alta movilidad y que actualmente en
Bogotá, luego del retorno de diciembre de 2012, han quedado un grupo de
familias katíos y otro grupo de chamí que esperan ser reubicados.
Con relación a las familias que se
movilizan por diferentes ciudades, éstas se ubican por familias en “paga
diarios”, así denominados porque deben pagar cada día su derecho a estar en el
lugar, dado que es muy difícil por su situación socioeconómica conseguir una
vivienda en alquiler para el normal desarrollo de su vida. Las zonas donde
habitan son sectores marginales, centros de miseria y de consumo de drogas
aledaños al centro de la ciudad, donde operan la delincuencia y la
prostitución. Esta dinámica que se observa en Bogotá tiene las mismas características
en Medellín y, en general, en los diferentes centros urbanos donde llegan las
familias indígenas en condición de desplazados, pero también asociados a la
mendicidad.
Con relación a esta población emberá
chamí y katío, que actualmente se asienta en los centros urbanos, es preciso
preguntarse por el desplazamiento y sus afectaciones en el campo cultural, una
vez hecha esta pregunta, al momento surge el fenómeno de la mendicidad como uno
de los tantos impactos o eventos sobre los que se debe actuar. Así, no es el
desplazamiento el efecto de grado mayor que emerge del conflicto, éste es
simple causa de la degradación y desestructuración de la cultura y, es allí
donde se identifica el campo de la reparación.
1.1.4
La persecución política y el asesinato del liderazgo indígena
La persecución
política y el asesinato de líderes se constituyen en otro de los factores que
desestructuran la institucionalidad indígena y su la cultura. Es general que
tales hechos se valoren en términos de la persecución a personas con un rol
político claramente asociado a uno u otro de los actores en conflicto por el
control territorial, pero también se orienta a destruir personajes inscritos en
la institucionalidad tradicional, como también, en algunos casos el asesinato
se convierte en fórmula para dirimir conflictos internos. Es el caso de los
Jaibanás que, en la región de Risaralda, en una fase del conflicto se
convierten en objetivo militar, al respecto se señala:
Según
información de la comunidad, se calcula que en un solo año fueron asesinados
cerca de dieciséis de ellos. El golpe a los jaibanás tuvo una enorme eficacia
simbólica, dado que en la cultura emberá asesinar o vencer a un jaibaná es
colocarse por encima de un gran poder.
Y como ya
había indígenas que eran guerrilleros, mandaban a que los mismos indígenas
mataran. Entonces ha habido mucha muerte de los jaibanás ordenadas por la guerrilla del ELN y matados por los
mismos indígenas que estaban trabajando en la guerrilla. (Líder emberá del
resguardo Unificado, Pueblo Rico, 2012).
La persecución y
asesinato de autoridades tradicionales, de maestros y de personas con cierto
liderazgo, lo mismo que de personas a las que se les aplica la justicia desde
la perspectiva guerrillera, tiene como consecuencia la degradación de la
institucionalidad propia y la legitimación del modelo militar. Esta realidad es
posible de percibir claramente cuando se trata de la aplicación de justicia,
para muchos miembros de las comunidades el recurrir a los actores militares
para que intervengan en los conflictos que se presentan, se convierte en
fórmula de más rápida resolución, aspecto que tiene consecuencias con respecto
al empoderamiento de los actores armados y la deslegitimación de la autoridad
indígena. Estas prácticas, experimentadas en muchas comunidades, al cabo del
tiempo lleva a que sean los actores armados sean los que controlan
políticamente a la población y les exponga en la medida que otros actores
militares hagan presencia en el territorio. (Fuente Plan Salva Guarda Emberá
Nacional).
1.2 Riesgos relativos para el goce efectivo de derechos fundamentales
en condiciones de igualdad de los grupos étnico-raciales en Medellín
Si bien el modelo de manejo social del riesgo se
enfoca en la población vulnerable, como se advirtió en la introducción, ésta no
contempla los factores estructurales que han llevado a que determinados grupos
sociales se encuentren en una u otra situación de vulnerabilidad, y que pueden
afectar el goce efectivo de sus derechos fundamentales de manera diferencial.
En verdad, aunque los países de América Latina se caracterizan por ser los más
desiguales del mundo, hay algunas inequidades que son más injustas que otras,
en especial las que se derivan de la discriminación racial o de otro tipo. A
estos efectos, si la pertenencia étnico-racial sigue siendo importante para
determinar la situación de bienestar de las personas, debido a la
discriminación racial, la mayor vulnerabilidad de los grupos étnico-raciales
sería el resultado natural de tal arreglo institucional o sistema de relaciones
sociales.
Esto significa que la estrategia de manejo social de
riesgo debería de introducir un enfoque diferencial que dé cuenta no solo de
los desiguales grados de vulnerabilidad sino también que intente reparar los
factores estructurales que están asociados a los peores resultados en términos
de bienestar para los grupos étnico-raciales. Como es consabido, los grupos
étnico-raciales enfrentan un mayor grado de vulnerabilidad derivado de los
rezagos acumulativos del proceso de esclavización que estableció diferentes
condiciones iniciales en términos del goce efectivo de derechos fundamentales.
Dichas inequidades fueron reforzadas en el periodo republicano con la
emergencia de instituciones de desigualdad de larga duración, y que hoy en día
se ven representados en una mayor pobreza y marginalidad en las regiones donde
habitan la población afrodescendiente e indígena, e igualmente su ubicación en
los grandes cinturones de miseria en las grandes ciudades. Aunado a lo
anterior, estas desventajas acumulativas se siguen reforzando por la
discriminación racial contemporánea en las relaciones de sociabilidad e
institucional que siguen afectando la formación de capacidades útiles para
escapar de la pobreza, y por lo mismo, induciendo una mayor vulnerabilidad para
los grupos étnico-raciales.
Dicho esto, a continuación se presenta un análisis
descriptivo de los riesgos relativos en torno al goce efectivo de derechos
fundamentales que enfrenta la población afrodescendiente e indígena en términos
comparativos con la población que no se auto reconoce a ningún grupo
étnico-racial en Medellín. Para realizar este análisis se recurre a un conjunto
de indicadores sociodemográficos que se relacionan con los estados y acciones
(functionings), que son los elementos constitutivos del bienestar de las
personas, y posibilitan la formación de capacidades que les permitan a las
personas tener la libertad de escoger la vida que valoran y desean de acuerdo a
su particularidad cultural. La dotación de estados y acciones van a determinar
el grado de vulnerabilidad relativa que enfrentan los grupos étnico-raciales en
la ciudad de Medellín y podrían ser la base para el diseño de estrategias de
política que intenten disminuir la vulnerabilidad desde una perspectiva del goce
efectivo de derechos para los grupos étnico-raciales.
A este respecto, el Gráfico 1 enseña la distribución
de población según grupos étnico-raciales en Medellín. Los Gráficos 2, 3 y 4
muestran las pirámides de población según grupos étnico-raciales. Para terminar
la Tabla No. 1, presenta el resumen de indicadores sociodemográficos y de
condiciones de vida según grupos étnico-raciales.
Sobre la base de las consideraciones anteriores,
cabría decir en primer término que la población que se autorreconoció como
afrodescendiente e indígena alcanzó aproximadamente 134.974 y 2.952 personas,
que equivalen al 6.23% y 0.14% de la población, respectivamente, según los
resultados del Censo de 2005. Como puede observarse hay un diferencial
importante en el peso poblacional de los grupos étnico-raciales en Medellín;
mientras el peso demográfico de la población afrodescendiente alcanza alrededor
del 6%, la población indígena apenas alcanza el 0,1%. Incluso, la
Caracterización de la Población Afrodescendiente en Medellín realizada en el
año 2010 arrojó que los afrodescendientes eran aproximadamente 218,068,
utilizando una metodología más razonable en torno a las categorías
étnico-raciales utilizadas y la corrección de los errores en la realización de
las encuestas que tuvo el censo de 2005 (ver PCN, 2006). Es decir la población
que se autorreconoce como afrodescendiente en Medellín podría alcanzar
alrededor del 10% de la población, lo cual sugiere que su presencia poblacional
vas más allá de la de un grupo minoritario.
Gráfico 1. Distribución de la población según grupos
étnico-raciales Medellín.
Fuente: cálculos propios con base en el censo de
2005
De otro lado, las estructuras poblacionales de los
Gráficos 2 y 3 y 4 develan rasgos específicos asociados a diferentes etapas del
proceso de transición demográfica que enfrentan los grupos étnico-raciales en
Medellín, y quizás lo más importante una característica migratoria específica
que puede tener efecto importante en su grado de vulnerabilidad. En relación
con esto, la población indígena muestra un comportamiento típico de una
población migrante por motivos laborales o de inversión en capital humano, especialmente
educación terciaria, que se caracteriza por tener una mayor proporción de
población en edades laborales, especialmente mujeres, (en este caso de 15 a 30
años) y una reducida participación de niños, jóvenes y personas de la tercera
edad. Por su parte, la población afrodescendiente enseña una base amplia
asociada con una mayor proporción de niños y jóvenes en la población. La
población no étnica muestra una estructura poblacional más moderna que la
población afrodescendiente.
En efecto, la proporción más alta de niños y jóvenes
para la población afrodescendiente deriva en una mayor vulnerabilidad
sociodemográfica que se traduce en altas tasas de fecundidad en correlato con
tasas de mortalidad moderadas que resultan en un alto crecimiento de la población.
Cabe señalar que el crecimiento más alto de la población, en este caso para la
población afrodescendiente en Medellín, se nutre de la mayor situación de
vulnerabilidad, en especial las asociadas a las mayores privaciones en
educación y salud, como veremos más adelante, y que en algunos casos se podrían
constituir en una especie de seguros para hacer frente a la condiciones de
vulnerabilidad extrema asociadas a situaciones frecuentes de bajos ingresos y
desempleo, y la ausencia de seguros contra la vejes.
Los indicadores puntuales de la estructura
poblacional se pueden observar en la Tabla No. 1. Como se consiguió apreciar en
la pirámide de población, los afrodescendientes muestran los valores más altos
en la tasa de dependencia juvenil, tasa de dependencia total y razón de
hijos/mujeres. Esto significa por un lado un mayor número de dependientes niños
y ancianos, y, por otro lado, mayor tasa de paridad de las mujeres
afrodescendientes. Una mayor proporción de población en dependiente, en
presencia de fuertes restricciones de ingresos y capacidades en los hogares
implica un menor nivel de bienestar en promedio para cada persona. Dicho
comportamiento poblacional ratifica una mayor vulnerabilidad sociodemográfica,
lo cual va a tener implicaciones adversas para la formación de estados y
acciones, especialmente referidos a la educación y la salud.
Desde otra perspectiva, y asociado con las brechas
relativas en educación, las tasas de analfabetismo son 74.7% y 19,0 % más altas
para la población indígena y afrodescendiente, respectivamente, en comparación
con la población no étnica. De igual manera, la participación de la población
afrodescendiente en la educación superior apenas llega a 8,1% frente al 11.8%
de la población no étnica; es decir la brecha de las población afrodescendiente
en el acceso a la educación superior frente a la no étnica alcanza 31,5%. Así
mismo, llama la atención el mayor porcentaje de indígenas en la educación
superior frente a la población no étnica y afrodescendiente. Como se comentó
más arriba el reducido peso poblacional y el perfil de la población indígena
explican su mayor inserción en la educación superior; es decir una relativa
selectividad positiva en términos poblacionales que induce mayores tasa de
inserción en la educación superior, no obstante que al mismo tiempo enfrenten
altas tasas de analfabetismo. Es importante aludir que la educación se
considera en unos de los estados y acciones fundamentales para la formación de
capacidades para escapar de la pobreza (ver Sen 1989).
Gráfico 2, Pirámide
de población de la población Indígena,
Medellín 2005
En otro orden de cosas, los grupos étnico-raciales
en Medellín frente población no étnica tienen una menor tasa de cobertura en
salud en el régimen contributivo; las brechas para la población indígena
alcanzan (-44.2%), y para la población afrodescendiente (-13.4%). La menor
cobertura en el régimen contributivo tiene que ver con la inserción precaria de
la población de los grupos étnico-raciales a los mercados de trabajo donde
están sobrerrepresentados en empleos de baja calificación que va a determinar el
acceso a la seguridad social y la calidad en la prestación del servicio. Por
otra parte, en sentido inverso a la inserción en el régimen contributivo, la
tasa de cobertura en el régimen subsidiado es más grande para los grupos
étnico-raciales que para los no étnicos. De manera semejante, la población
afrodescendiente presenta ligeramente un menor porcentaje de personas sin
afiliación a la salud (-2,3%) frente a la población no étnica; la población
indígena por su parte muestra el mayor porcentaje de personas sin afiliación a
la salud con una brecha de (146,2%) en comparación con la población no étnica.
Para terminar el análisis de los riesgos relativos
que enfrentan los grupos étnico-raciales en Medellín en comparación con la
población no étnica, a continuación se hace un análisis comparativo de dos
índices de condiciones de vida para observar de manera sintética las
desventajas que en términos de bienestar enfrentan los grupos étnico-raciales.
Los indicadores utilizados son el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas
(NBI), que corresponde a un indicador de la oferta de servicios provistos por
el Estado. El otro indicador es el Índice de Condiciones de Vida (ICV), que
alude a las capacidades para escapar de la pobreza con que cuenta una
población. La tasa de pobreza según NBI es 26,9% y 121,7% más alta para la
población afrodescendiente e indígena, respectivamente que para la población no
étnica. Es importante mencionar que iguales características de los hogares la
tasa de pobreza es mayor para la población afrocolombiana que para la población
no étnica, lo cual podría ser resultado de la discriminación étnico-racial en
Colombia (ver Urrea y Viáfara, 2007). El ICV también enseña la mayor
vulnerabilidad para los grupos étnicos raciales en Medellín, los puntajes del
ICV son más altos para la población no étnica con 85,36, seguido por la
población Indígena con 81,75 y la población con menores condiciones de viuda y
por los mismo más vulnerables es la población afrodescendiente con 74,33.
Tabla 1. Indicadores sociodemográficos según grupos
étnico-raciales para Medellín.
Condición
étnica/racial
|
Valor
|
Brecha
relativa
|
|
Tasa de
dependencia Juvenil
|
Indígena
|
24%
|
-33,3%
|
Afrodescendiente
|
40%
|
11,1%
|
|
No
étnica
|
36%
|
---
|
|
Tasa de
dependencia Senil
|
Indígena
|
9,6%
|
6,9%
|
Afrodescendiente
|
8%
|
-11,1%
|
|
No
étnica
|
9%
|
---
|
|
Tasa de
dependencia Total
|
Indígena
|
40%
|
-11,8%
|
Afrodescendiente
|
48%
|
6,7%
|
|
No
étnica
|
45%
|
---
|
|
Razón
hijos 5 años / mujer en edad fértil
|
Indígena
|
0,194
|
-22,5%
|
Afrodescendiente
|
0,271
|
8,4%
|
|
No
étnica
|
0,250
|
---
|
|
Tasa de
Analfabetismo
|
Indígena
|
14,3%
|
75%
|
Afrodescendiente
|
9,7%
|
19%
|
|
No
étnica
|
8,2%
|
---
|
|
% de
población con educación superior (profesional, maestría y doctorado)
|
Indígena
|
14,5%
|
22,9%
|
Afrodescendiente
|
8,1%
|
-31,5%
|
|
No
étnica
|
11,8%
|
---
|
|
% de población
afiliada al régimen contributivo
|
Indígena
|
34,5%
|
-44,2%
|
Afrodescendiente
|
53,5%
|
-13,4%
|
|
No
étnica
|
61,8%
|
---
|
|
% de
población afiliada al régimen subsidiado
|
Indígena
|
34,3%
|
28,9%
|
Afrodescendiente
|
35,3%
|
32,8%
|
|
No
étnica
|
26,6%
|
---
|
|
% de
población sin afiliación a la salud
|
Indígena
|
19,9%
|
146,2%
|
Afrodescendiente
|
7,9%
|
-2,3%
|
|
No
étnica
|
8,1%
|
---
|
|
% de
población con NBI
|
Indígena
|
27,78%
|
121,7%
|
Afrodescendiente
|
15,90%
|
26,9%
|
|
No
étnica
|
12,53%
|
---
|
|
Índice
de Condiciones de Vida (ICV)
|
Indígena
|
81,75
|
---
|
Afrodescendiente
|
74,33
|
---
|
|
No
étnica
|
85,36
|
---
|
Fuente: Cálculos propios con base en el Censo de
2005.
1.1 Institucionalidad y enfoques de atención de los pueblos étnicos en
Medellín
El cuadro a continuación hace un sucinto balance del
tratamiento institucional del tema étnico en los últimos doce (12) años, es
decir tres (3) administraciones y planes de desarrollo diferentes.
Plan
de Desarrollo y periodo
|
Dependencia
encargada de los temas étnicos
|
Enfoque
de atención para atención de pueblos étnicos
|
Plan de Desarrollo 2004-2007 “Medellín, compromiso
de toda la ciudadanía”
|
Secretaría de Cultura Ciudadana
|
El
proyecto mediante el cual se asignaron los recursos y se implementaron las
acciones con grupos étnicos, tuvo la denominación ‘’Reconocimiento de nuestra
diversidad étnica’’, en el plan desarrollo. La administración del proyecto
estuvo bajo la Secretaría de Cultura Ciudadana. Dicho proyecto se enfocó en
el reconocimiento cultural y visibilización artística de la población
afrocolombiana e indígena en la ciudad. Por tanto, las acciones implementadas
tenían que ver con el arte y la promoción cultural.
Las acciones
realizadas se circunscribían a las capacidades y recursos funcionales de la
Secretaría de Cultura Ciudadana. La articulación y transversalización
administrativa se coordinaba en el Consejo Municipal para Asuntos y Políticas
Públicas Afrodescendiente.
En
este periodo se construyó un plan de acciones afirmativas, para la inclusión
diferencial e integral de la población afrodescendiente, sin embargo aunque
este instrumento de planeación diferencial para la justicia reparativa, se
acordó con las organizaciones afrocolombianas y con los consejeros delegados
por las organizaciones al Consejo Afro, no se elevó a acuerdo municipal, por
tanto, quedo inaplicado.
También
se creó el Consejo Municipal para Asuntos y Políticas Públicas
Afrodescendiente, espacio mixto de carácter consultivo entre la
administración municipal, delegados de las organizaciones afrocolombianas y
funcionarios departamentales y nacionales frente al tema.
Durante
este periodo se avanzó en la construcción de modelos para la atención y trabajo
cultural con grupos étnicos. Se construyó una base de programas y proyectos
para la reivindicación cultural de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
|
Plan de Desarrollo 2008-2011. “Medellín ES
Solidaria y Competitiva”
|
Secretaría de Cultura Ciudadana
|
El
proyecto mediante el cual se asignaron los recursos y se implementaron las
acciones con grupos étnicos, tuvo la denominación ‘’Medellín incluyente de la
diversidad étnica y cultural’’, en el plan desarrollo. La administración del
proyecto estuvo bajo la Secretaría de Cultura Ciudadana. Este periodo
continuó con el trabajo sobre los derechos culturales y la visibilización
artística en la atención de los grupos étnicos.
El
Consejo Municipal para Asuntos y Políticas Públicas Afrodescendiente, se
reunió pocas veces, lo cual derivo en bajos niveles de participación pública
e interlocución entre la administración municipal y las organizaciones
sociales afrocolombianas.
Hubo
cosas importantes como la construcción de los lineamientos de política
pública para población afro y los planes de vida indígena, que aparecieron
como instrumentos de planeación étnica que empezaban a proponer formas de
atención diferencial e integral para los grupos étnicos en Medellín.
|
Plan de Desarrollo 2012-2015. “Medellín un hogar para la vida”
|
Secretaría de Inclusión Social y Familia
|
El
programa mediante el cual se asignaron los recursos y se implementaron las
acciones con grupos étnicos, tuvo la denominación ‘’Diversidad étnica para
una ciudad vital’’, en el plan desarrollo. La administración del programa
estuvo bajo la Secretaría de Inclusión Social y Familia.
Aquí
se evidencia un cambio, en tanto, la reestructuración administrativa del
Municipio de Medellín, asigno los temas referidos a grupos étnicos a la
Secretaría de Inclusión Social y Familia, tratando así de resolver el enfoque
cultural y artístico que tenía el tratamiento del tema en las anteriores
administraciones. Del tal forma, se creó una dirección administrativa,
llegaron nuevos funcionarios, nuevos temas, acciones y proyectos, para la
construcción de un modelo integral para la atención de los grupos étnicos,
apoyándose en las capacidades de la secretaría que ahora administra el tema.
La
Secretaría de Inclusión Social y Familia, en tres (3) años al frente del
programa, ha realizado diferentes acciones relacionadas con el
fortalecimiento organizativo, con el emprendimiento productivo, con la
construcción de política pública, con la introducción del enfoque étnico en
las diferentes dependencias, entes descentralizados y en la ejecución del
mismo plan de desarrollo, con campañas de comunicación pública para la
visibilización de la dirección de etnias, con capacitación técnica para el
trabajo, con las conmemoraciones étnicas y con el acompañamiento a las
iniciativas étnicas derivadas del Programa: Planeación y Presupuesto
Participativo, entre otras pequeñas acciones.
En
últimas, hay avances en el paso del tema étnico a la Secretaría de Inclusión
Social y Familia, queda el reto de avanzar hacia la construcción de un
enfoque diferencial e integral para la atención de los pueblos étnicos en el
Municipio de Medellín.
|
1.2 Balance en la implementación del modelo social del riesgo en el Municipio de Medellín
Aunque el Municipio de Medellín, tiene
un proceso que administra la Secretaría de Inclusión Social y Familia, llamado
‘’Gestión Social del riesgo’’, son pocos los avances que hay en la aplicación
de este modelo a los diferentes planes, programas y proyectos que ejecuta la
administración municipal.
Lo primero que hemos encontrado es que
sólo la Secretaría de Inclusión Social y Familia, tiene la preocupación por la
aplicación de este modelo a sus diferentes programas, las otras dependencias y
entes descentralizados no han asumido el enfoque social del riesgo como el
modelo de atención para la atención pública. Por tanto, aunque se trate de un
modelo pensado para la administración municipal, todo se queda en intención y
declaraciones de principios porque la universalización del modelo se le deja a
la secretaría que administra el proceso, como sí su transferencia se diera por
osmosis. Así, no encontramos experiencias exitosas en la aplicación del enfoque
social del riesgo en la administración municipal de Medellín.
Frente a la administración del proceso
‘’Gestión Social del riesgo’’, que hace la Secretaría de Inclusión Social y
Familia, no encontramos información sobre la aplicación del modelo en la
administración municipal, lo poco que existe no está bien capturado. Por tanto,
hacer este balance requirió de la realización de grupos focales y entrevistas
abiertas con los funcionarios encargados del proceso, pues no se tiene
información escrita sobre la implementación del enfoque de gestión social del
riesgo.
En los análisis participativos realizados
con los funcionarios que coordinan el proceso ‘’Gestión Social del riesgo’’,
encontramos que dentro de las dificultades para la aplicación del modelo se
encuentra el modelo asistencialista bajo el cual ha funcionado históricamente
la – hoy llamada - Secretaría de Inclusión Social y Familia, anteriormente,
Secretaría de Bienestar, este modelo sigue muy anclado en la prácticas y
metodologías de atención pública que se implementan en cada uno de las acciones
y proyectos de esta dependencia.
El asistencialismo no permite una acción
pública integral. La Secretaría de Inclusión Social y Familia, está anquilosada
en el asistencialismo. Apenas está asimilando la gestión social del riesgo. Por
tanto, el enfoque de trabajo asumido sigue privilegiando la asistencia social,
es decir la mitigación, pero aún no se integran otros momentos de la gestión
social del riesgo que tienen que ver con la prevención, la participación, el
control y la superación de los riesgos sociales.
Como aspecto positivo, encontramos la
preocupación y los deseos en los funcionarios por avanzar en la fundamentación
y aplicación de la gestión social del riesgo en las distintas unidades y
direcciones de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, para luego
transferirlo y aplicarlo en toda la administración municipal. La necesidad del
cambio está instalada en los actores institucionales quienes pueden liderar un
cambio de mentalidad y acción pública para la concreción del enfoque.
De otro lado, es importante resaltar que
dentro de las capacidades institucionales y los avances diferenciales por
unidades administrativas, encontramos que la Unidad de Discapacidad, viene
haciendo ejercicios importantes para la asunción de la gestión social del
riesgo en sus programas. Esta unidad hoy cuenta con una política pública
sectorial consolidada y ha desarrollado comités comunales de inclusión para la
participación ciudadana de la población en situación de discapacidad, además
que dentro de la gestión de sus programas involucran elementos de prevención y
participación frente al riesgo.
1.3 Caracterización de los riesgos para los pueblos étnicos en
Medellín
· El contexto local,
regional y nacional es cada vez más incidente en esta situación: la violencia
armada es el primer factor que impide el desarrollo de los pueblos étnicos en Medellín. Los fenómenos
urbanos son cada vez más dinámicos, lo cual exige una lectura permanente para
identificar factores clave de incidencia en los procesos identitarios, tal como
la modernización productiva y la internacionalización de la ciudad. El fenómeno
sociodemográfico de la población afro en Medellín está muy asociado con la
realidad de sus municipios vecinos y recibe efectos de la dinámica que el
Ministerio del Interior establece para las comunidades afrocolombianas e
indígenas.
· La política pública
local que se ha puesto en marcha para atender la situación poblacional para la
población afrocolombiana e indígena en la ciudad, es de muy poco impacto y las
escasas acciones que se realizan son descoordinadas, sin enfoque de desarrollo
humano o de derechos humanos y no se visibilizan en las estadísticas
institucionales.
· La escasez de
herramientas estadísticas para aflorar y visibilizar aún más la situación
étnico-racial propicia en muchos casos que El Estado, el sector privado así como
la misma sociedad y entidades de cooperación internacional desconozcan esta
construcción social al planificar e implementar programas y proyectos sociales.
· Para un proceso de
análisis y seguimiento de la situación afrocolombiana e indígena es vital seguir
contando con bases de datos actualizadas, dada la movilidad de una mayoría
significativa de sus hogares (más de la mitad de los hogares étnicos vive en
casa alquilada).
· Los problemas de
racismo en la ciudad se explican principalmente por la construcción de ciudad
que se hace y en la construcción de creencias xenófobas y excluyentes de lo
denominado como “ cultura paisa” que en su afán de protagonismo y expansionismo
económico y político, excluye expresiones humanas diferentes entre ellas las
indígenas y lo afro diaspórico. El problema de racismo que se vive en la ciudad
con personas negras y afros se vive en los escenarios cotidianos de las
comunidades afro colombianas y en las estructuras sociales, económicas y
políticas de la ciudad. El racismo está inmerso dentro de esta sociedad y se
sigue reproduciendo. Los problemas étnicos y raciales se viven en los
escenarios donde se desarrolla la vida cotidiana: barrios, escuelas,
universidades y otros más estructurados como plazas de trabajo, espacios de
participación socio-política.
· Debido al proceso de
racialización-exclusión existe un gran grupo de descendientes de la diáspora
negra que no se auto reconocen como tal, pues el racismo larvado y directo que
se vive en la ciudad, obstaculiza el ascenso social de las personas que se auto
reconocen como tal, por ello terminan consciente o inconscientemente declinando
de auto reconocerse. Los problemas de racismo son vividos desde muy temprana
edad por parte de los niños/ as afro colombianos y negros, quienes reportan problemas
de valor propio. En el lenguaje de los otros habitantes de Medellín denominados
los mestizos, aún continúa reflejándose el racismo étnico que vive la ciudad,
la frase que más caracteriza a los pobladores mestizos para referirse a la
comunidad afrocolombiana en torno a sus prácticas y actitudes, es “negro tenía
que ser”. Sobre todo cuando a los ojos del mestizo la persona afro comete algún
tipo de error.
· Existe en los pueblos étnicos en Medellín diferencias con
relación a la participación social y política y al goce de los derechos humanos
y étnicos, no están en la misma posición para los/ as niñas, las mujeres, las
personas gay y lesbianas, quienes viven con mayor rigor el racismo y la
violencia cruzada por los mestizos y sus propios congéneres.
· Al hacer un
reconocimiento global de la situación de los pueblos étnicos en Medellín se encuentra en
situación es de ciudadanía incompleta. Está presente los persistentes niveles
desventajosos en Desarrollo Humano y en Derechos Humanos, inclusive en algunos casos
en retroceso con el proceso de desarrollo de la ciudad y las acciones reales y
efectivas que el estado y la sociedad en su conjunto han llevado a cabo, para
favorecer su inclusión social. Los componentes históricos – estructurales,
enraizados en una discriminación étnico-racial aún persisten.
·
Se recomienda vigilancia constante de los pueblos étnicos en Medellín en cuanto a
indicadores de:
-
Condiciones de salud física y mental.
-
Educación sexual.
-
Violencia contra su seguridad personal, su
patrimonio, su dignidad personal, su vida.
-
Niveles educativos.
-
Capacitación para el trabajo.
-
Condiciones de la vivienda y el entorno.
-
Participación política.
-
Desplazamiento forzado, incluyendo el intraurbano
-
Acceso y apropiación a nuevas tecnologías
-
Movilidad
-
Acceso a servicios públicos domiciliarios
-
Nutrición y alimentación.
-
Seguridad y soberanía alimentaria.
-
Fortalecimiento organizativo.
·
Aspectos para atender con mayor celeridad y con
mayor énfasis en la mujer afro e indígena joven:
-
Atender y sancionar los casos de discriminación
étnico-racial en los espacios educativos, en los establecimientos comerciales,
en las relaciones con el Estado y la fuerza pública.
-
procesos de intervención a la población afro e
indígena en cuanto a educación en mayores de 15 años.
-
opciones productivas para el tiempo libre de los
jóvenes, especialmente hijos e hijas de madres solteras.
-
salud sexual y reproductiva, que incluya uso de
métodos anticonceptivos.
-
Sexualidad responsable: maternidad responsable,
paternidad responsable campaña de educación en cuanto a conocimiento de leyes
que favorezcan a los pueblos
étnicos en Medellín.
-
capacitación para el trabajo, ya que gran parte del
potencial trabajador afrocolombiano e indígena en Medellín tiene pocos niveles
de educación por consiguiente menos oportunidades laborales.
Las condiciones de vida intrafamiliar en los pueblos étnicos son críticas en los estratos menos favorecidos
de la población de Medellín. Los últimos estudios reflejan analfabetismo,
pobreza extrema, niñas embarazadas y población infantil sin documentación o sin
estudios. Las condiciones de salubridad son deplorables en algunos focos
poblacionales afros e indígenas. La recomendación es focalizar las zonas de la
ciudad donde está identificado con mayor grado estos fenómenos de bajo desarrollo
humano y exclusión e intervenirlos de manera integral, preferiblemente por
programas de largo aliento, como por ejemplo Medellín Solidaria.
[1] La información para construir este
apartado fue aportada por los funcionarios del equipo de análisis de la
Secretaría de Inclusión Social y Familia de Medellín (Omar Rendón Uribe, María
Ayde Tamayo Hincapié y Cesar Augusto Jaramillo Londoño) en grupo focal
realizado el 11 de diciembre de 2015.
1.1 Conclusiones
· El Municipio de Medellín, sólo aplica
algunas variables del enfoque social del riesgo, en algunos de sus programas.
Resalta la aplicación parcial del modelo en la Unidad de Discapacidad, aunque
se advierte que el modelo se implementa más desde la mitigación, dejando de
lado la prevención, la participación, el control y la superación que son las
otras variables que comporta el modelo.
· Se plantea la necesidad de tener una
política pública con instrumentos eficaces de ejecución, evaluación, control y financiación
de planes, programas y proyectos con los pueblos étnicos. Las acciones deben
trascender los periodos de gobierno, y responder más a políticas
institucionales a largo plazo.
· Se plantea como buena práctica, la
existencia de los comités comunales de inclusión, que hoy adelanta la Unidad de
Discapacidad, como espacios mixtos para la gestión social del riesgo con esta
población.
· La Secretaría de Inclusión Social y
Familia, hoy funciona más desde un modelo asistencialista, apenas está
asimilando el modelo de la gestión social del riesgo.
· El enfoque de gestión social del riesgo
que hasta ahora se piensa la administración municipal, no incluye variables
diferenciables para la atención de los pueblos afrocolombianos e indígenas.
· El municipio de Medellín, asume que
todos los colectivos sociales están en riesgo, pero no profundiza en cómo se
generaron estos riesgos y cuáles son sus características diferenciables. Por
tanto, se cae en políticas generalizables y universales para colectivos y
pueblos con problemáticas y contextos distintos.
· Frente a los pueblos afrodescendientes e
indígenas, se manifiesta que estos siempre han estado en riesgo, el riesgo
estructural para estos colectivos, por tanto, es necesario la implementación de
acciones afirmativas y políticas diferenciales con enfoque étnico – racial para
la gestión social del riesgo.
1.2 Bibliografía
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·
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O. (2009). Estrategias metodológicas para prevenir, monitorear y evaluar el
daño. Módulo 5. Documento de la serie Acción
sin Daño y Reflexiones sobre prácticas de paz: una aproximación desde la
experiencia colombiana. Bogotá
1 PRODUCTO ETAPA 2. Identificación del riesgo social en la población
étnica de la ciudad, mediante muestra poblacional de la población
Afrodescendiente e Indígena con 250 personas
1.1 Introducción
Desde
una perspectiva cualitativa, hemos optado por tomar como referente la propuesta
elaborada por Díaz Reina (2011), en la que se tiene como variable objetivo que
las personas conozcan los fundamentos del manejo social del riesgo, junto con
el conjunto de estrategias elaboradas en tal sentido para lograrlo. En este
marco analítico propuesto se sugiere una matriz DOFA, en la que las fortalezas
y amenazas son concebidas como estrategias para el manejo del riesgo, entre
ellas de prevención, mitigación y superación del riesgo; al igual que, en el
lugar donde se colocan las oportunidades y amenazas, se inserten los niveles de
formalidad, para este caso, los que van desde los propiamente informales, hasta
los formales, en los que tenemos los de carácter privado, esto es de mercado, y
los de carácter público, aquellos ofrecidos por las instituciones del aparato
estatal.
Así
las cosas, al construir una matriz derivada de la matriz DOFA, nos arrojan
cruzamientos entre estrategias y niveles de formalidad, encontrándonos con
escenarios hipotéticos tales como estrategias de prevención en contexto de
informalidad o formalidad, de carácter privado o público, según sea el caso.
Cabe aclarar que esta matriz se decanta al consolidar tanto las estrategias
como los niveles de formalidad en los ejercicios propuesto con las comunidades
afrodescendientes e indígenas.
Sin
embargo, el autor plantea que “la matriz procura brindar al constructor un
panorama general del entornos sobre el cual actuar” (pág. 100). Este punto es
importante en tanto se procura que los entornos sean diversos y singulares,
presentando sus propias dinámicas sociales. Es por ello la importancia que
cobran los talleres con la población, en la medida en que permite vislumbrar un
panorama propio y característico de ésta en un contexto de sociabilidad.
Los
talleres realizados a la población indígena y afrodescendiente del Municipio de
Medellín, contienen un principio participativo, en el que las comunidades
referidas hacen relato y mapas de interpretación sobre sus condiciones de
existencia en sus diferentes lugares de hábitat. Esta visión metodológica del trabajo
con y desde las comunidades a través de grupos focales, es fundamental para el
empoderamiento y la consolidación de capacidades que permitan el diseño de un
posible escenario de desarrollo.
La
visión del desarrollo, para quienes participaron en los talleres, consiste en
un desarrollo a escala humana, fundado en un enfoque de derechos étnicos,
señalando principalmente los referidos a las oportunidades educativas,
condiciones de ingreso, el buen vivir, y el fortalecimiento organizacional,
todo ello encaminado a una vida digna y el respeto de la autonomía.
El
desarrollo basado en el desenvolvimiento de capacidades para mejora la dignidad
humana se articula a los siguientes componentes:
1.
Potencializar
el talento humano mediante la educación y las oportunidades de generación de
ingresos.
2.
Fortalecimiento de las capacidades
organizativas, asociativas, de solidaridad y acción colectiva.
3.
Empoderamiento
de la población mediante su participación en la generación de oportunidades, el
uso autónomo de recursos y la influencia en la toma de decisiones.
Para
la población indígena y afrodescendiente que participaron en los talleres y
grupos focales, el potencial de sus comunidades está siendo amenazado por
factores estructurales como la falta de una educación incluyente y de calidad,
el bajo accesos de la población a la educación superior, las altas tasas de
desocupación laboral, las magras condiciones en las condiciones de saludad, la
ineficiencia de las empresas promotoras de salud, y sobre manera, los grados
alarmantes de discriminación racial que padecen en las relaciones de
sociabilidad en los espacios de carácter público e institucional al igual que
en los encuentros cotidianos con la población blanca mestiza de la ciudad.
Las
barreras que truncan el desarrollo de las comunidades indígenas y
afrodescendientes son invisibles, no siendo así sus efectos, señalados como
déficit sociales que retrasan el desarrollo.
Desde
el enfoque de la gestión social del riesgo se definen un conjunto de barreras
que se pueden gerenciar desde las comunidades e instituciones públicas para su
transformación. El objeto es lograr un conjunto de capacidades sociales que
permitan prever, contener y superar los escenarios de riesgo social de la
población y posibilite el desarrollo de la misma.
Al
respecto podemos definir una matriz de riesgos sociales asociados a las
poblaciones indígenas y afrodescendientes. Estos son riesgos que en esencia ya
han sido formalizados teóricamente, pero sin embargo se hacen presentes en los
relatos y talleres con las comunidades.
1.2 Riesgos y exposición al riesgo en las comunidades indígenas y
afrodescendientes
Conceptualmente
hablando las comunidades son vulnerables en tanto estén expuestas a ciertos
riesgos, como afirman Heitzmann y Siegel (2002), el riesgo se caracteriza por
una distribución de probabilidad de que tengan lugar ciertos acontecimientos
imprevisibles. En esta misma dirección, exponen que los principales riesgos son
los riesgos naturales, los riesgos para la salud, los riesgos económicos, los riesgos
asociados al ciclo vital, los riesgos sociales, los riesgos políticos, y los
riesgos medioambientales. Si bien las comunidades indígenas y afrodecendientes
hacen referencia a la discriminación racial o étnica como un riesgo
prioritario, éste asoma como una práctica que genera riesgos políticos.
En
este ejercicio planteado, trataremos la discriminación racial como un riesgo
fundamental en la restricción de los derechos de las comunidades étnicas y
raciales, de origen y construcción social antes que política. Este esencialismo
metodológico, se sustenta en que los sujetos racializados o sujetos de
etnización se hallan expuestos a un número de ciertas restricciones sociales,
culturales y económicas por su condición. De dicha forma, podemos hacer referencia
desde los talleres al conjunto de riesgos representados como prioritarios y de
urgente gestión, en las comunidades indígenas y afrodescendientes del municipio
de Medellín.
Cuadro 1: Principales riesgos en la comunidad
indígena de las zonas vulnerables del municipio de Medellín.
Categorías de Riesgos
Tipos de
riesgos
Frecuencia
de los riesgos
Riesgos naturales
·
Sequias
·
Poco frecuentes
Riesgos para la salud
·
Malaria
·
Tuberculosis.
·
Enfermedades respiratorias
·
Accidentes laborales
·
Falta de alimentación
·
Poco frecuente
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuentes
·
Muy frecuentes
·
Muy frecuente
Riesgos asociados al ciclo vital
·
Madres solteras
·
Altas tasas de natalidad.
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuente
Riesgos asociados a la educación
·
Baja escolaridad
·
Deserción escolar
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
Riesgos sociales
·
Violencia doméstica.
·
Baja escolaridad
·
Restricción de la sociabilidad
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
Riesgos económicos
·
Malas cosechas
·
Pocos créditos económicos
·
Desempleo
·
Trabajo informal
·
Bajos ingresos
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuentes
Riesgos políticos
·
Poca representatividad política
·
Discriminación política.
·
Sobre esencialización de la etnicidad
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
Riesgos Medioambientales
·
Contaminación medioambiental.
·
Contaminación auditiva
·
Contaminación visual
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
Los
talleres implementados con los grupos focales de las comunidades indígenas
señalan las amenazas derivadas de los riesgos económicas con grados de
frecuencia mu y altos. Esto implica una mayor sensación de vulnerabilidad
derivada de dichos riesgos para la población. En los relatos se acentúa de
igual forma y de manera puntual, con una frecuencia importante, la violencia
intrafamiliar y los casos de madres soleras que afectan la seguridad
alimentaria de la población en general.
Para
el caso de la discriminación, se hace referencia a la discriminación asociada a
las escasas posibilidades de representación y reconocimiento político para el
desarrollo de autonomía. Esta es una suerte de discriminación que restringe la
participación en el espacio social que ofrece la democracia y los partidos
políticos. Un tipo de discriminación adicional, se produce cuando se entrampan
los derechos ciudadanos en la identidad indígena; se restringen los derechos y
el ejercicio de la ciudadanía adquirida en la nacionalidad toda vez que se
reclama la identidad étnica.
En
materia de educación, tenemos en la población indígena como riesgos bajas tasas
de escolaridad y altos índices de deserción escolar. Esto limita la posibilidad
de vincularse al mercado laboral, y dado el caso, los ingresos suelen ser muy
bajos, lo cual es otro riesgo en la población.
De
igual forma, son importantes los riesgos en salud, asociados a enfermedades
como la malaria y la tuberculosis; se hace referencia de igual forma a las
promotoras de salud como instancias poco eficientes en la oferta del servicio
de salud para la comunidad.
Cuadro 2: Principales riesgos en la comunidad
afrodescendiente de las zonas vulnerables del municipio de Medellín.
|
||
Categorías de Riesgos
|
Tipos de
riesgos
|
Frecuencia
de los riesgos
|
Riesgos naturales
|
----
|
------
|
Riesgos para la salud
|
·
Tuberculosis.
·
Enfermedades respiratorias
·
Enfermedades de trasmisión sexual
·
Accidentes laborales
·
Falta de alimentación
|
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuentes
·
Muy frecuentes
·
Muy frecuentes
·
Muy frecuente
|
Riesgos asociados al ciclo vital
|
·
Madres solteras
·
Separación familiar
·
Altas tasas de natalidad.
|
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
|
Riesgos asociados a la educación
|
·
Baja escolaridad
·
Deserción escolar
|
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
|
Riesgos sociales
|
·
Violencia doméstica.
·
Combos y pandillas criminales.
·
Conflicto armado
·
Desplazamientos
·
Restricción de la sociabilidad.
|
·
Muy frecuente
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
|
Riesgos económicos
|
·
Malas cosechas
·
Pocos créditos económicos
·
Desempleo
·
Trabajo informal
·
invasiones de predios no legalizados
·
Bajos ingresos
|
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
|
Riesgos políticos
|
·
Poca representatividad política
·
Discriminación racial
·
Discriminación política
|
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
|
Riesgos Medioambientales
|
·
Contaminación medioambiental.
·
Contaminación auditiva
·
Contaminación visual
|
·
Medianamente frecuente
·
Muy frecuente
·
Muy frecuente
|
En
la comunidad afrodescendiente se referencia como importante según la frecuencia
con la que ocurren, los riesgos asociados a la salud, en particular en tanto es
común aún en la comunidad enfermedades como la tuberculosis, y de presencia
permanente las que están asociadas al contacto sexual.
De
igual forma, podemos resaltar las amenazas que hacen parte de los riesgos del
ciclo vital entre ellas las altas tasas de natalidad y la frecuencia con la que
ocurren separaciones de las uniones conyugales, que afectan profundamente la
historia de vida de las madres y sus hijos en un contexto de escasas
oportunidades.
En
tal sentido, se señala como una amenaza el gran número de madres solteras en
las comunidades, a su vez, con un gran número de hijos, generalmente de
diferentes padres.
En
los talleres se anota la importancia que tienen para la comunidad los riesgos
sociales; aunque hay un énfasis en las amenazas que genera el conflicto armado
tales como el desplazamiento, y en menor medida las organizaciones delictiva
que se constituyen en muchos de los barrios periféricos de la ciudad, la
principal amenaza es con una frecuencia muy importante la violencia
intrafamiliar.
Por
otro lado, entre los riesgo políticos son importante las amenazas constituidas
en la discriminación racial y la discriminación política. La discriminación
política se presenta con una frecuencia alta, en la medida en que se restringe
de forma estructural la participación política de las comunidades
afrodescendiente en los diferentes espacios sociales que garantiza el escenario
democrático, al igual, que las posibilidades de efectuar una ciudadanía activa,
en la que se respeten los derechos como ciudadanos afrocolombianos, tal cual
reza en la constitución y en la, ley 70 de comunidades afrodescendiente.
En
educación, la población afrodescendiente presenta los mismos patrones de la
población indígena: bajas tasas de escolaridad y altos índices de deserción
escolar. En la misma medida, estos rezagos limitan la posibilidad de vincularse
al mercado laboral, y dado el caso, los ingresos suelen ser muy bajos, lo cual
es otro riesgo en la población.
Los
espacios de sociabilidad, en los que suelen ocurrir los contactos cotidianos
con los otros miembros de la sociedad, en su mayoría blancos mestizos, es sin
duda un espacio que representa restricción y negación de la identidad racial.
La discriminación está asociada directamente al ámbito laboral, en los espacios
públicos, y en las relaciones cara a cara que constituyen los ejercicios de
interpelación de lo público.
Es
necesario apuntar además que un número importante de personas realizan
actividades laborales asociadas a la construcción, generalmente hombres, y al
comercio informal, como vendedores ambulantes, y vendedores de minutos a
celular, en su gran mayoría mujeres.
La discriminación en las esferas políticas e
institucionales se expresa, entonces, en los siguientes factores:
1.
La falta de reconocimiento de las autoridades
gubernamentales de la existencia del problema mismo de la discriminación, al
homogeneizar bajo la categoría de pobres a todas las poblacionales, sin tener
en cuenta las diferencias de esta pobreza en virtud de la etnia, el sexo, la
edad y la ubicación geográfica.
2.
Las dificultades de acceso al ejercicio de cargos en
la administración pública para las personas pertenecientes a la población
negra.
3.
El desconocimiento y la poca participación ofrecida
a la población afro descendiente en los proceso de formulación de políticas
públicas, la elaboración de planes de desarrollo en los ámbitos nacional,
departamental y municipal.
4.
Los riesgos son más difíciles de agenciar por la
falta de información de las comunidades étnicas.
5.
La escasa formación de los funcionarios públicos en
torno a la legislación afro colombiana, que dificulta la identificación de
acciones de inversión social y económica teniendo en cuenta las prioridades y
especificidades de este grupo poblacional.
6.
En la dimensión cultural, la discriminación a la
población negra se manifiesta en la estigmatización, el uso peyorativo del
lenguaje, la pérdida y vergüenza por la propia identidad, la escasa
visibilización de los aportes de este grupo poblacional, la poca valoración y
el escaso apoyo a sus expresiones culturales y artísticas, el desconocimiento
de la cosmovisión de la población afro descendiente y la discriminación al
interior de los propios grupos de las etnias afro, por ejemplo, la persistencia
del machismo y las pocas oportunidades para las mujeres y los adultos mayores
afro descendientes.
7.
En lo social, la discriminación se expresa en
barreras para el acceso a lugares públicos, el ejercicio de actividades
culturales, deportivas y sociales, la poca visibilidad en términos positivos de
la población afro en los medios de comunicación.
8.
En lo económico, hay discriminación hacia las
personas negras para el acceso a puestos de trabajo, desalojo de tierras,
desplazamiento de comunidades negras, dificultades de acceso vial, y pocas
oportunidades para la generación de ingresos.
Se requieren, entonces, estudios para el análisis de
los factores de discriminación más invisibles, arraigados históricamente en la
cultura y los modos de relación, así como medidas afirmativas que compensen, en
el corto y mediano plazo, la deuda social de las instituciones del Estado y
diversos actores de la sociedad con este grupo poblacional.
Ahora bien, la existencia y el reconocimiento de la
discriminación, y la exigencia de medidas afirmativas han de ser desde un
enfoque de restitución de derechos, empoderamiento y generación de autonomía y
potenciación de las fuerzas internas y el propio poder de la comunidad afro, y
no desde una mirada que victimice a este grupo poblacional.
Metodológicamente hemos derivado los perfiles de
estrategias y los instrumentos para le gestión del riesgo señalados a partir
del resultado de la construcción de matrices DOFA con las comunidades indígenas
y afrodescendientes.
En primer lugar, es indispensable anotar que el
conjunto de debilidades o amenazas se pueden derivar de la matriz de escenarios
de riesgo que se ha elaborado con las comunidades. Sin embargo, se puede hacer
una selección de aquellos escenarios de riesgo cuya frecuencia ha sido señalada
como alta en los talleres.
Para el análisis con las comunidades indígenas
tomaremos los escenarios de riesgos señalados como prioritarios, en este caso,
los riesgos para la salud, riesgos del ciclo vital, y riesgos económicos.
En tal sentido, podemos armar la siguiente matriz de
Debilidades o Amenazas en relación con las estrategias desarrolladas;
recordemos que el modelo de gestión del riesgo social propone trabajar con las
estrategias antes que con fortalezas y oportunidades. Estas estrategias se dan,
en el modelo, para las comunidades e individuos en un nivel informal, esto es
desde el conjunto de relacionamientos no instituidos socialmente en la lógica
de mercado o en el escenario de las prácticas públicas.
Cuadro 3:
Debilidades y soluciones de la comunidad indígena referente a los riesgos
para la salud.
|
|
Debilidades
|
Estrategias
|
·
Dificultades
en el acceso a la oferta en salud.
·
Alimentación
insuficiente e inadecuada.
·
Problemas
de hacinamiento.
·
poca
información sobre el sistema de cobertura de salud provisto por las entidades
promotoras de salud.
|
·
Construir
censos de población vulnerable.
·
Promoción
para afiliarse al sistema de salud.
·
Jornadas
de afiliación al sistema de salud.
·
Articular
las prácticas tradicionales al sistema de salud.
|
Los problemas detectados en los talleres con la
comunidad indígena remiten en particular sobre las barreras de acceso de la
población al sistema de salud hegemónico de la sociedad occidental. En
especial, debido a la construcción de un mundo de la vida tradicional elaborado
a través de las prácticas de la medicina tradicional que vincula un mundo
espiritual con el mundo material.
Las estrategias en este caso son aquellas que la
comunidad identifica como estructurales, lo cual denota el nivel alto de
concientización y politización de las comunidades. La población requiere saber
cuántos son y cómo están, con el objetivo de elaborar medidas resolutivas que
permitan el vínculo real de los mundos y representaciones de la salud de la
comunidad indígena con las prácticas institucionales ofrecidas las empresas o
entidades del mercado y el estado.
Cuadro 3:
Debilidades y soluciones de la comunidad afrodescendiente referente a los
riesgos para la salud.
|
|
Debilidades
|
Estrategias
|
·
Las
EPS le dan a uno los medicamentos que les da la gana.
·
Los
médicos son sólo aprendices.
·
No
entienden con facilidad o rapidez.
·
Se
demoran más en llenar los papeles que en atender a las personas.
·
No
importa la gravedad hacen esperar a las personas.
·
Mucha
negligencia en los centros de salud.
|
·
La
salud en Colombia debe unificarse.
·
Debe
propenderse por la calidad humana.
|
Para la población afrodescendiente, las
problemáticas se dirigen más a la calidad del sistema de salud. Los
cuestionamientos hacen referencia a las garantías de un sistema de salud que permita
el buen vivir, a la posibilidad de humanizar la oferta de salud para el
desarrollo del ser humano.
Cuadro 4:
Debilidades y soluciones de la comunidad indígena para los riesgos del ciclo
vital.
|
|
Debilidades
|
Estrategias
|
·
La
falta de seguimiento médico a las mujeres embarazadas.
·
El
aumento de embarazo en jóvenes adolescentes.
·
Las
condiciones de higiene en las que se da el cuidado de los niños.
·
La
negativa de las familias a la asistencia médica occidental para los casos de
atención de embarazadas.
·
La
poca protección a las personas de la tercera edad.
·
El
desconocimiento de los funcionarios sobre los derechos de la población
indígena.
|
·
Consolidar
una ruta de asistencia y atención a la población indígena.
·
Promover
el conocimiento de los derechos de la población indígena.
·
Fortalecer
los derechos étnicos de la población indígena.
·
Fortalecer
la etnoeducación en calve de derechos y prácticas de las comunidades étnicas.
·
Empoderar
y capacitar a las personas de las comunidades para la prestación del servicio
y atención a la población.
|
Para el caso de las problemáticas asociadas al ciclo
vital, en particular los embarazos a temprana edad, y las condiciones de vida
de las madres en la comunidad indígena, se hace muy importante señalar dos
aspectos derivados del taller. Por un lado, que dichos problemas, están
relacionados directamente con deficiente interrelación entre las prácticas de
salud de la comunidad y las practicas ofrecidas por las instancias que prestan
el servicio de salud en el municipio, cuestión señalada en los problemas
asociados a la salud. Por otro lado, es relevante de igual forma, la
representación que tiene la comunidad sobre los funcionarios institucionales;
son vistos como personas que desconocen por completo el entramado de
representaciones culturales de la comunidad indígena, y sus derechos como
pueblo.
Sobre este aspecto es importante resaltar la
necesidad de una educación intercultural con enfoque de derechos étnicos, sobre
manera, tanto a al ciudadano común, como al funcionario promedio que está
vinculado a los sistemas de cobertura en salud, y los sistemas de apoyo a la
población más vulnerable, para un trato digno de la persona bajo el respeto de
la diferencia.
Cuadro 5:
Debilidades y soluciones de la comunidad afrodescendiente para los riesgos
del ciclo vital.
|
|
Debilidades
|
Estrategias
|
·
Embarazo
a temprana edad de la población afrodescendiente.
·
Poca
cobertura de las mujeres embarazadas al sistema de salud.
·
En
la comunidad afrodescendiente tenemos un alto número de madres solteras.
·
Inestabilidad
en los hogares.
·
Existe
violencia intrafamiliar sobre todo en los hogares de pareja jóvenes.
·
Hace
falta asistencia a las personas de la tercera edad.
|
·
Fortalecer
programas de atención a mujeres en embarazo.
·
Promover
las campañas de prevención de embarazo a temprana edad.
·
Implementar
campañas de sensibilización para la convivencia intrafamiliar.
·
Sensibilizar
sobre los derechos de las mujeres.
·
Promover
la atención y cuidado de los menores más vulnerables.
|
La población afrodescendiente subraya como muy
importante los problemas asociados a las condiciones que tienen que enfrentar
las madres adolescentes y madres solteras. Constituyen la población más
vulnerable debido a la pobreza y el desempleo. También es la población más
vulnerada en sus derechos por su condición de género y racial.
Es preciso para la comunidad afrodescendiente el
fortalecimiento de los derechos de las mujeres, y la prevención de embarazos de
las madres solteras mediante campañas de prevención. Un factor de
vulnerabilidad adicional es la violencia de género suscitada en las rupturas de
los vínculos de unión matrimonial, en parte debido a los problemas derivados de
la violencia intrafamiliar, y la constitución de hogares múltiples por sus
parejas.
Cuadro 6:
Debilidades y soluciones de la comunidad indígena para los riesgos
económicos.
|
|
Debilidades
|
Estrategias
|
·
Existen
casos de trata de persona y explotación laboral.
·
Dificultades
en el acceso al mercado laboral.
·
La
comunidad indígena es estigmatizada y discriminada por los empleadores.
·
El
problema de la minería como práctica que deteriora los procesos productivos
en las tierras indígenas ocasiona el desplazamiento de la mano de obra hacia
las ciudades.
·
Existen
muchas barreras en el registro de la población indígena en las bases de datos
de los ministerios públicos lo que dificulta elaborar un diagnóstico de la
población y dificulta la consolidación de estadísticas para la cobertura en
empleo y salud.
|
·
Consolidar
bases de datos con información de la comunidad indígena con el objetivo de
consolidar estadísticas sólidas que permitan la toma de decisiones.
·
Fortalecer
la interculturalidad y la etnoeducación para el conocimiento y respeto de la
comunidad indígena.
·
Fortalecer
las campañas de sensibilización sobre los derechos de la población indígena.
·
Consolidar
el retorno de la comunidad indígena a sus tierras.
·
Implementar
sistemas de crédito subsidiado para el uso productivo del territorio.
|
Se resalta en este punto los problemas derivados del
deterioro de los territorios por la minería ilegal, y el desplazamiento de
capital humano con bajos niveles de cualificación hacia ciudades como Medellín.
El deterioro de la capacidad productiva de la tierra y las condiciones del
capital humano son dos factores que impiden un proceso de desarrollo de la
población indígena, fuertemente ligada a la tierra desde su visión cultural y
ancestral.
Por lo demás, se resalta en el taller los apuntes
sobre el racismo estructural que impide el acceso a los medios de producción y
la empleabilidad de la población indígena. Se trata de resolver un problema de
carácter social y político, que se evidencia en la discriminación y las
barreras de acceso a los beneficios de la democracia, el mercado y la política
hacia los grupos étnicos. Para ello se requiere desarrollar una agenda de
sensibilización de la sociedad civil sobre los derechos de la comunidad
indigna, y de la importancia de dicha en la consolidación de la democracia.
Se han identificado como estrategias claves, en
primer lugar, la consolidación de una base de datos robusta que permita generar
estadísticas sobre ciertas condiciones socioeconómicas de la población. Esto
con el objetivo de determinar las acciones a encaminar para el desarrollo de la
comunidad indígena. Es preciso en tal sentido, un sistema de créditos y
capacitación para emprender procesos productivos sustentables en los
territorios de base indígena.
La etnoeducación y el proyecto de interculturalidad
aparecen como ejes transversales a toda política que pretenda solucionar los
principales problemas de la población, y para generar procesos de
empoderamiento comunitario, sobre todo a nivel organizacional.
Cuadro 7:
Debilidades y soluciones de la comunidad afrodescendiente para los riesgos
económicos.
|
|
Debilidades
|
Estrategias
|
·
No
hay fortalecimiento de las unidades productivas.
·
La
población afrodescendiente no tiene acceso a la información sobre las
oportunidades de empleo.
·
La
mano de obra es poco cualificada.
·
No
hay capacitación para emprendimiento.
·
Existe
una población muy grande que vive del asistencialismo del estado.
·
La
población no posee suficiente capital para emprender empresas.
·
Hay
dificultad para acceder a los créditos.
·
Hay
discriminación por los empleadores, no contratan personas afrodescendientes.
|
·
La
creación de capital semilla para la población afrodescendiente.
·
Fortalecer
los microcréditos en la población.
·
Fomentar
las sociedades para fortalecer el capital.
·
Desarrollar
políticas de acción afirmativa para la vinculación de la población al mercado
laboral.
·
Concientizar
a los empresarios sobre las condiciones de la población afrodescendiente para
estimular la contratación de mano de obra.
·
Crear
un plan de incentivos para la mediana empresa.
·
Fortalecer
los convenios para el apoyo de pequeños productores.
·
Capacitación
en emprendimiento.
·
Aumentar
los niveles de educación de la población afrodescendiente.
|
En la población afrodescendiente existen
problemáticas asociadas principalmente a las barreras de acceso al sistema
productivo, gracias a las pocas posibilidades de acceder al crédito para
emprendimiento y a la baja capacidad adquisitiva. Los afrodescendiente
presentan tasas altas de desempleo en la ciudad, y viven en condiciones de
marginalidad en una gran proporción.
Este escenario se puede explicar por los efectos de
la discriminación existente de forma cotidiana en la mayoría de los espacios de
sociabilidad frecuentados, en especial, en el mercado laboral.
La anterior situación se torna un tanto más compleja
al considerar el fenómeno de asistencialismo alarmante que vive esta población,
la cual ha convertido los ingresos derivados por subsidios del estado en su
único medio de sostenimiento familiar. Se menciona en los talleres que al final
del día, los efectos de la política de subsidio para los afrodescendiente son
más negativos que positivos, debido a la trampa de pobreza y dependencia que
generan, al no permitir procesos de empoderamiento y emprendimiento que rompa
la dinámica de la pobreza estructural.
Las posibles estrategias señaladas se refieren
fundamentalmente a la creación de posibilidades de capitalización a través del
acceso al crédito y el apalancamiento por parte del estado de los individuos
emprendedores. Se requiere de igual forma una política de concientización de
los empleadores privados para ampliar los niveles de empleo en la población.
Es prioritaria la consolidación de políticas de
acción afirmativa, en especial para el acceso al primer empleo, y para
garantizar ciertas condiciones para los aspirantes en el mercado laboral.
Se señala en el taller la importancia del micro
créditos a pequeños emprendedores. Esto es fundamental para las garantías de
los pequeños empresarios y sus proyectos. Sin embargo, lo importante es la
cualificación del capital humano para la vinculación al mercado laboral.
Un mercado que suele presentar barreras de acceso
denotadas por prácticas de selección no propias de las garantías ofrecidas por
las señales de mercados tales como la educación o la experiencia. Lo cual
implica que la educación y la experiencia como variables fundamentales para el
acceso al mercado laboral, en ciertos contextos, no son condiciones necesarias
y suficientes para determinar o describir las peculiaridades del capital humano
inserto en el mercado como mano de obra. Generalmente pesan también otras
variables en la selección del capital humano que hace parte del mercado
laboral.
Para efectos del análisis propuesto, desde el
enfoque del riesgo social son importantes dos dimensiones. Por un lado la
gestión del riesgo social, el cual se puede verse como un conjunto de
instrumentos de gestión para la reducción del riesgo, su mitigación, y el
manejo y control del mismo. Por otro lado es importante el nivel de
intervención de los agentes que puede ser micro, intermedio, macro, y global.
Teniendo en cuenta estas dos dimensiones podemos
realizar un cruce de escenarios con el objetivo de determinar la forma como se
vinculan las estrategias diseñadas por la comunidad (en salud, ciclo vital y
económicas), los distintos tipos de instrumentos para la gestión del riesgo
desde los respectivos actores, y los niveles de intervención de los mismos.
Esto se hace para determinar la forma dinámica como se transforma la
vulnerabilidad en capacidades de hacer y ser que conlleven a un buen vivir de
todos sus miembros.
Los resultados de esta matriz son producto de la
sistematización de los talleres DOFA construidos con las comunidades indígenas
y afrodescendientes, con el objetivo de resaltar los perfiles de estrategias
definitivas en los niveles adecuados, con los agentes determinantes que
permitan el diseño, seguimiento y evaluación de un plan estratégico para el
desarrollo de las comunidades étnicas en la ciudad de Medellín.
De igual forma, el objetivo de este enfoque del
riesgo es el de reducir la pobreza en la población vulnerable, y educar a las
personas en el manejo de los posibles escenarios de riesgo, facilitando a los
miembros de la comunidad instrumentos de acción no sólo para la reducción de
los riesgo si no también para la incorporación de los riesgos en sus
decisiones, calculando previamente los costos y los beneficios al asumir los
mismos en un perfil de acciones desempeñadas.
Cuadro No 8: Instrumentos de gestión de riesgo, clasificados en
función de las estrategias y del nivel de intervención de la comunidad
indígena.
|
|||
Nivel micro
(Principales agentes: individuos, hogares, redes informales).
|
Nivel intermedio
(Principales agentes: Comunidades, ONG, gobiernos regional, local.)
|
Nivel macro
(Principales agentes: Gobierno central, ONG, donantes)
|
Nivel Global
(Organismos internacionales, organizaciones de donantes)
|
Ex
ante: destinados a prevenir o reducir los riesgos o su exposición.
|
|||
·
Prácticas de minerías
sustentables y sostenibles.
·
Adopción de técnicas
de producción mineras más limpias.
·
Prácticas de salud
preventivas referidas a las enfermedades de los lactantes y las madres en
embarazo.
·
Campañas de
vacunación.
·
Campañas de higiene
y cuidado del cuerpo.
|
·
Capacitación en
nuevas técnicas de producción agrícola.
·
Capacitación sobre
nuevas tecnologías agrícolas.
·
Formación de
capacidades para la producción sustentable.
·
Campañas de
vacunación.
|
·
Normas y
reglamentaciones para la población indígena en clave de derechos.
·
Derechos étnicos y
territoriales para la población indígena.
·
Políticas de
seguridad alimentaria para la población indígena.
·
Políticas de
cobertura en salud.
·
Políticas
etnoedeucativas.
·
Diseños de
prevención en enfermedades de transmisión sexual y VIH en la comunidad
indígena.
·
Sentencias y
normativas que luchen en contra de la discriminación.
·
Mecanismos
jurídicos.
|
·
Derechos
internacionales sobre salud y educación.
·
Vinculación de
organismos y entidades internacionales.
·
Flujo de recursos
financieros.
|
Ex
ante: destinados a mitigar las posibles pérdidas de bienestar en caso de que
el evento se produzca.
|
|||
·
Fortalecer los
canales de solidaridad asociados a las dinámicas de la familia extensa.
·
Fortalecer la
creación de capital social desde la etnoeducación y la interculturalidad.
·
Seguridad
alimentaria.
·
Fortalecer las
dinámicas de mano cambiada.
|
·
Desarrollar la
capacidad financiera de la comunidad indígena.
·
Consolidar el
comunitarismo asociado a la producción económica.
·
Fortalecer las
cooperativas de productores indígenas.
·
Aseguramiento de la
Producción agrícola.
|
·
Aseguramiento de los
derechos territoriales de la comunidad indígena.
·
Incentivos a la
producción agrícola de la comunidad indígena.
·
Aseguramiento de la
producción por pérdida de cosechas.
·
Subsidio de la
producción.
|
·
Acceso a los
créditos condonables para la comunidad indígena en materia de educación y
producción económica.
|
Ex
post: destinados a enfrentarse a las consecuencias adversas de los eventos de
riesgo.
|
|||
·
Acudir a los
créditos condonables.
·
Transferencias entre
los miembros de la comunidad.
·
Acudir a la
asistencia pública.
·
|
·
Acudir a los
programas de ayuda de las ONGs.
·
Acudir a la ayuda
exterior.
|
·
Desarrollo de
capital humano.
·
Capacitación en
actividades productivas en contextos urbanos.
·
Apalancamiento
social y económico para la población migrante.
·
Activar las redes de
protección social.
·
Diseño de proyectos
sociales.
·
Ayuda desde las
oficinas gubernamentales para los desplazados.
·
Políticas de acción
afirmativa con enfoque de derechos étnicos.
|
·
Apoyo financiero
internacional.
·
Planes de emergencia
del estado o internacionales.
·
Ayuda internacional
para la alimentación y refugio.
·
Asistencia de las
oficinas de desplazados y refugiados por motivos de conflicto armado de
carácter internacional.
|
Cuadro No 9: Instrumentos de gestión de riesgo, clasificados en
función de las estrategias y del nivel de intervención de la comunidad
afrodescendiente.
|
|||
Nivel micro
(Principales agentes: individuos, hogares, redes informales).
|
Nivel intermedio
(Principales agentes: Comunidades, ONG, gobiernos regional, local.)
|
Nivel macro
(Principales agentes: Gobierno central, ONG, donantes)
|
Nivel Global
(Organismos internacionales, organizaciones de donantes)
|
Ex
ante: destinados a prevenir o reducir los riesgos o su exposición.
|
|||
·
Realizar prácticas
adecuadas de lactancia.
·
Ejercer una adecuada
y responsable practica de sexualidad.
·
Hacer uso de
anticonceptivos.
·
Asistir a las
campañas de educación sexual.
·
Asistir a las
jornadas de vacunación.
·
Realizar prácticas
de higiene para el cuidado del cuerpo.
·
No mantener
depósitos de aguas.
·
Hacer uso de
toldillos.
|
·
Capacitación en
oficios técnicos.
·
Cualificación
educativa de la población.
·
Evitar la deserción escolar.
·
Planificación de
jornadas de salud.
·
Planificación de
jornadas de vacunación..
·
Programas de
microcréditos.
·
Programas de becas
para educación.
·
Castigar el trabajo
infantil
|
·
Fortalecer las
normas y reglamentaciones con enfoque diferencial.
·
Garantizar la
seguridad alimentaria.
·
Acceder a los
microcréditos para la pequeña y mediana empresa.
·
Reducción del
trabajo infantil en la población.
·
Promover la
inserción laboral a la población afrodescendiente mediante subsidios al
capital privado.
·
Implementar las políticas
con enfoque diferencial existentes.
·
Campañas de
prevención en enfermedades de trasmisión sexual y VIH.
·
Implementar y
hacerle seguimiento a las leyes y normativas antidiscriminatorias.
·
Promover e
implementar la cátedra de estudios afrocolombianos.
·
Promover e
implementar la etnoeducación.
·
Promover el acceso a
la educación superior.
|
·
Implementar el
derecho humanitario internacional en caso de desplazamiento forzado o
discriminación.
·
Implementar los
programas de asistencia por parte de las organizaciones internacionales.
|
Ex
ante: destinados a mitigar las posibles pérdidas de bienestar en caso de que
el evento se produzca.
|
|||
·
Promover las
prácticas de familia extensa para garantizar la solidaridad.
·
Fortalecer la
inversión de los hogares en formación de capital social a través de loa
educación tradicional y la etnoeducación.
·
Promover el acceso a
los programas de jubilación y pensión del gobierno.
|
·
Diseñar los
programas de microcréditos.
·
Diseñar programas de
capacitación en el buen uso del ahorro.
·
Mejorar la
infraestructura física de los barrios que habita la población de la
comunidad.
·
Hacer escrituras de
los predios a las familias que habitan los barrios periféricos.
·
Promover la
asociación y cooperativas.
|
·
Promover los
sistemas de jubilación y pensión.
·
Proteger los
derechos de propiedad adquiridos.
·
Asegurar a las
personas por invalidez.
·
Promover los
sistemas de jubilación y pensión.
·
Promover el crédito
del mercado financiero a bajo costo o créditos condonables.
|
·
Diseñar programas de
créditos para las comunidades afrodescendientes en condiciones de
vulnerabilidad.
|
Ex
post: destinados a enfrentarse a las consecuencias adversas de los eventos de
riesgo.
|
|||
·
Acceder a préstamos
de familiares.
·
Acceder a préstamos
de bajo costo en el mercado financiero.
·
Evitar los préstamos
de alto riesgo (gota a gota).
·
Hacer uso
responsable de la asistencia pública.
|
·
Elaborar programas
de asistencia comunitaria responsable.
·
Hacer buen uso de
las remesas internacionales.
·
Crear vínculos
fuertes entre la población migrante residente en el exterior y la comunidad
afrodescendiente de bajos recursos.
|
·
Estimular las redes
de protección nacional e internacional.
·
Diseño de políticas
sociales con enfoque diferencial.
·
Estimular los
proyectos de inversión social en zonas de alto riesgo.
·
Fortalecer las
políticas antidiscriminación racial y laboral.
·
Diseñar programas de
asistencia responsables.
|
·
Apoyo financiero de
migrantes.
·
Diseño de planes de
emergencia para desplazados o refugiados.
·
Acceso al crédito
internacional condonable.
·
Asistencia de ONGs y
organismos de países amigos.
|
Al observar la matriz descrita par la comunidad
indígenas, podemos señalar algunos aspectos relevantes:
1.
El conjunto de estrategias de prevención
implementadas desde las comunidades hasta las organizaciones internacionales,
pasando por el gobierno local y nacional, intentan describir medidas de
conservación de las condiciones de vida en los lugares de hábitat. Esto indica
que una medida fuerte de prevención está arraigada a la conservación del
territorio y sus prácticas culturales y económicas. Tiene sentido, desde un
punto de vista antropológico que describe una fuerte vinculación del sustrato
de la vida de la población indígena a la tierra, y así, a las prácticas
recurrentes de sus miembros materializadas en la forma de entender el habitar,
el ser y estar en el territorio.
2.
De igual forma, incluso bajo el escenario de
presentarse los eventos sociales que vulneran el bienestar de las comunidades,
las mismas responden con estrategias en todos los niveles relacionadas con la
conservación del territorio, haciendo fuerte énfasis en las políticas y
normatividades que permitan el desarrollo de procesos de fortalecimiento del
entorno productivo agrícola, basado en técnicas de producción limpias, y capacitación
del capital humano.
3.
En todo caso, como medidas de salvaguarda post
eventos de riesgo, la comunidad hace referencia a las fortalezas creadas en los
relacionamientos institucionales de carácter nacional e internacional, que
enfocan ciertos esfuerzo en las posibilidades de desarrollo de las comunidades
étnicas y sus territorios.
Para la comunidad afrodescendiente se pueden
sintetizar de igual forma algunos puntos en la misma dirección:
1.
Las estrategias de prevención son aquellas que
permiten el acceso de la comunidad a derechos de ciudadanía básicos para el
buen vivir, al igual que el uso estratégico de la cultura como fuente de
recurso interpretativo, en la medida que se desplieguen prácticas tales como la
mano cambiada, las ayuda propias de la familia extensa, y los lazos de
solidaridad de tipo comunitario. Se hace un llamado a prácticas en salud e
higiene que permitan mejorar las condiciones de vida. Sin embargo, a un nivel
más extensivo, intermedio, macro y global, las estrategias interpelan el
gobierno local y el gobierno nacional, a través de demandas tales como las
garantías en el mercado financiero para el acceso a microcrédito, y en el nivel
público con demandas de políticas públicas para acceder a los derechos
educativos, en salud, de créditos, de titulación de predios en zonas
marginales, que en general, son tutelas por un tercero.
2.
En caso de pérdida del bienestar por el acaecimiento
de eventos que lo vulneren, las estrategias están dirigidas a hacer de las
prácticas un espacio institucionalizado en las familias, fortalecido desde el
gobierno central y el nacional, y respaldado desde los espacios de agencia
internacional para temas relacionados con población vulnerable. Las comunidades
reclaman créditos a bajo costo o condonables amparados en los derechos de las
comunidades afrodescendiente en las américas. Es importante señalar en este
contexto los reclamos por políticas de acción afirmativas en todos los niveles
de intervención señalados.
3.
A un nivel de intervención Post, las estrategias son
dirigidas al sostenimiento del estatus de comunidad sujeta de derechos
diferenciado, gracias al reconocimiento de una condición de vulnerabilidad
estructural e histórica. Es por ello, que se plantean los ejercicios de diseños
de normativas, reglamentaciones y políticas de acción afirmativa. La comunidad
afrodescendiente ha interiorizado los discursos del estado multicultural,
consolidando en su base social, un nivel de concientización en tanto que
garantías materiales del espectro de las normas y reglamentaciones sobre los
derechos adquiridos como grupo étnico. Hipotéticamente se podría pensar, que en
las capas medias y altas de la comunidad afrodescendiente, se vinculan los
escenarios del concurso material, de bienes sociales, con la construcción de un
discurso referido a la participación política, a la acción colectiva, en el
marco del estado social de derechos. Demuestra esto la validez de consolidar
agendas que fortalezcan la formación del sujeto político a través de los
procesos organizacionales, preferiblemente en la base social, con el objetivo
de consolidar un espacio mucho más robusto de los reclamos en clave de derechos
étnicos.
Bibliografía
- Díaz Reina, Gabriel Augusto (2011). “Propuesta
de una matriz para el manejo social del riesgo”, Movimiento Científico,
Vol. 5, núm. 1, pp. 94-103.
- Heitzmann, K.,
R. Sudarshan Canagarajah y P. B. Siegel (2002). Criterios para evaluar las
fuentes y de la vulnerabilidad. Serie de Documentos sobre la Protección
Social, (Junio).
1 PRODUCTO ETAPA 3. Estructuración de
un modelo de gestión del riesgo social para grupos étnicos
1.1 Introducción
En
el apartado anterior, se identificaron los riesgos sociales para la población
étnica de la ciudad de Medellín. Para ello, se realizó una descripción de los
escenarios de acción, los agentes y sus estrategias en el ejercicio de reducir
la vulnerabilidad asociada a ciertas amenazas y debilidades del entorno. De
forma dinámica, las estrategias diseñadas en cada escenario de acción permiten
transformar la vulnerabilidad y amenazas en capacidades, o por otro lado,
permiten reducir el impacto que tienen las amenazas y debilidades sobre las
personas, en tanto, se reduce la probabilidad de ocurrencia de un hecho
vulnerable, y en cuanto el riesgo es calculado, controlado y previsto por la
comunidad, y las instituciones del estado.
Lo
que hace posible el tránsito de un estado de vulnerabilidad y riesgo
comunitario hacia un estado de vulnerabilidad reducida y riesgo controlado es
la gestión del riesgo social. Esta puede ser entendida como un conjunto de
acciones tomadas en escenarios informales y formales de carácter institucional,
que conllevan al control del riesgo. Las decisiones implicadas en el conjunto
acciones obedecen a un plan estratégico en el que la comunidad es participe.
Así,
el plan consiste en empoderar a la comunidad de un determinado conjunto de
capacidades fundamentales para la reducción, mitigación y control del riesgo,
con la participación de actores locales, regionales, nacional e internacionales,
vinculados de forma sistémica en el mismo propósito.
En
términos mecánicos, el proceso determina la forma como las amenazas y
debilidades que condicionan un entorno vulnerable y posibles escenarios de
riesgo, se ven controlados en la medida en que se aumentan significativamente
las capacidades de la comunidad para hacerles frente.
En
este apartado intentaremos articular estos supuestos a un posible modelo en el
que se pueda observar dinámicamente el tránsito de un estado de vulnerabilidad
a otro, o, de un estado de riesgo a otro, al igual que la forma cómo
evolucionan las capacidades.
Para
ello, lo primero que haremos es elaboraremos una matriz de amenazas,
vulnerabilidad, riesgo y capacidad, asociados a tres escenarios de riesgo
característicos: de salud, ciclo vital y económico.
En
segundo lugar, vamos a considerar una matriz en la que se detallen los actores
vinculados en la gestión del riesgo en la ciudad de Medellín, junto con su
nivel de responsabilidad y papel en el desarrollo local.
Por
último, consideraremos un diagrama en el que se pueda observar el papel que
cumplen las funciones de los actores claves, y las estrategias diseñadas por la
comunidad para el empoderamiento y adquisición de capacidades como elemento
central en el desarrollo comunitario. Es determinante afirmar que la idea de
desarrollo expuesta aquí, implica el aumento de capacidades, la reducción de la
vulnerabilidad, y la reducción y control de los escenarios de riesgo.
Bajo
el análisis de estos tres aspectos, vamos a definir los rasgos más relevantes
de un posible modelo del riesgo en clave de la gestión del riesgo, así como su
posible formulación.
Cuadro No 10. Análisis de amenaza,
vulnerabilidad, riesgo, capacidad en la consolidación de un modelo de riesgo
social.
|
|||
Amenaza
|
Vulnerabilidad
|
Riesgo
|
Capacidad
|
Embarazo a temprana edad
|
Se reporta en los talleres una fuerte
preocupación por los embarazos en niñas adolescentes. Muchas de estas niñas
son madres por segunda y tercera vez, y no tienen pareja estable, con lo cual
sus condiciones de vida y la de sus familias son supremamente difíciles a la
luz de sus posibilidades de existencia. Las familias deben elegir entre un
conjunto de necesidades a satisfacer y disponer recursos económicos y humanos
en la atención de las madres adolescente soltera y sus hijos. Es una elección
que restringe el bienestar de las familias y sus posibilidades de desarrollo.
|
Los recién nacidos y sus madres pueden
presentar deficiencias en alimentación, y provisión de un servicio de salud
inadecuado por la escases de recursos. Este
tipo de riesgo fue calificado como muy frecuente por los asistentes en los
talleres.
|
Las dinámicas de ayuda mutua entre las
familias de las comunidades étnicas, provee una comunidad de sentidos y de
solidaridades compartidas útil en este caso para contrarrestar escenarios de
riesgo. Vemos que el impacto de esta
capacidad en la disminución del riesgo latente es muy débil, pues
requiere como se observa en las anteriores matrices, de la vinculación de
otros actores como las instituciones del estado y organismos internacionales
para tratar los temas en salud reproductiva y buenas prácticas de sexualidad.
|
Alimentación Precaria
|
Un factor de riesgo en las comunidades
es la falta de alimentación o alimentación precaria. Según las comunidades un
grueso de su población es reciente en los barrios periféricos, muchos de
ellos provienen de zonas periféricas, y se desplazan a la ciudad por el
desplazamiento económico o político producto de las desigualdades económicas
y la presencia de los grupos armados. Al llegar a la ciudad, generalmente lo
hacen en condiciones de precariedad y engrosan los espacios periféricos en
los que existen condiciones materiales de existencia muy precarias como altos
niveles de hacinamiento, baja dotación de servicios, bajos niveles de renta,
entre otros, lo que hace que estas personas no cuenten con las condiciones de
proveerse de una canasta de alimentos insuficiente, e incluso no cuentan con
ella.
|
Al presentarse deficiencias en la
provisión de alimentos existe un alto riesgo de presentarse malnutrición, en
especial en aquellos miembros del grupo familiar más vulnerables como los
recién nacidos. De igual forma, se dan
bajos desempeños educativos lo que afecta en el largo plazo la vinculación en
el mercado laboral, y define un perfil de bajos ingresos. Este tipo de riesgo fue calificado como
muy frecuente en los talleres con ambos grupos poblacionales.
|
Entre las capacidades se encuentran la
dotación de recursos de la familia extensa, y los recursos que provienen de
los programas para desplazados. Esta
capacidad tiene un impacto medio en la disminución del riesgo para las
comunidades étnicas desplazadas. No obstante, es preciso hacer referencia
a la necesidad de implementar los programas y normatividades para la
población desplazada desde el enfoque diferencial para hacer mucho más
robusta la capacidad de la comunidad.
|
Altas tasas de natalidad.
|
Es muy frecuente que a menor
capacidades para hacer reducción o control de los riesgos asociados derivados
de la falta de dotación de recursos, de privación de condiciones de vida por
el fenómeno del desplazamiento, entre otros ya descritos, la comunidad se
enfrente a una situación en la que otras variables asociadas a los
determinantes socioeconómicos presentan un comportamiento similar. Es así,
como en los talleres, la comunidad anuncia que muchas de sus mujeres tienen
en promedio de 3 a 4 hijos en su trayectoria de vida. Al igual que las
amenazas ya descritas, esta tiene un impacto negativo en el bienestar de la
comunidad y en su desarrollo.
|
Las altas tasas de natalidad afectan
negativamente las posibilidades de disponer de recursos para aspectos que son
importantes en el desarrollo tales como la educación, la recreación y la
salud. Esta amenaza es señalada como
muy frecuente por los grupos étnicos.
|
En este contexto, si bien las lógicas
de la familia extensa permite proveer el cuidado de los infantes, no mengua
del mismo modo las amenazas asociadas sobre el bienestar, y por lo tanto la
probabilidad del riesgo en este sentido. Esta
una capacidad tiene un impacto muy bajo en la reducción del riesgo por altas
tasas de natalidad.
|
Desempleo
|
En las comunidades étnicas el
desempleo es frecuente. Sobre manera en aquellas personas que llegan
recientemente a la ciudad. En el taller se esboza como una problemática el
que las personas se encuentre generalmente a travesados por la experiencia
del desempleo, y en la necesidad d realizar actividades informales, tales
como la venta de minutos celular, en el caso de las mujeres, y la
construcción sin contrato establecido, en los hombres. El desempleo afecta
los planes de vida en tanto se reducen los ingresos de las familias, y en
cuanto las posibilidades de adquirir crédito bancario se disminuyen por dicha
condición.
|
El desempleo lanza a los miembros de
las comunidades étnicas al trabajo informal y mal remunerado, sin
prestaciones sociales y sin seguro de salud, afectando negativamente la
calidad de vida de las personas. Es
una amenaza muy frecuente, dadas las condiciones de vida señaladas.
|
En general, las ayudas de los
familiares y de terceros alivian en el mejor de los casos los episodios
permanentes de desempleo de las personas en las comunidades étnicas. Pero no representa una capacidad muy estable y
segura para solventar las necesidades de las familias.
|
Trabajo informal
|
En las condiciones señaladas, el
desempleo condiciona un conjunto de acciones tales como elegir entre enviar a
los hijos a la escuela o que éstos se empleen. En sí, el trabajo infantil no
es permitido por la ley, y al presentarse, suele darse en condiciones de
explotación con horas de trabajo e intensidades que vulneran las condiciones
de vida de los menores de edad.
|
El trabajo infantil crea las
condiciones de explotación vinculadas a ciertas labores y oficios que atentan
contra la integridad física y la salud. Los menores de edad, que se ven en la
obligación de aportar económicamente a sus familias generalmente son
explotados y vulnerados físicamente.
Esta es una amenaza señaladas como muy fuerte por la comunidad.
|
Desde las suficiencias íntimas o
comunitarias, señaladas en la teoría del riesgo como estrategias informales,
no hay prácticas que contrarresten los efectos y riesgos del trabajo
infantil. Podríamos decir que las
capacidades derivadas de las acciones informales no se aplican para el caso
del trabajo infantil.
|
El
conjunto de capacidades derivadas de las estrategias informales entre las
comunidades íntimas no son estables y seguras para enfrentar los escenarios de
riesgos derivados de las amenazas que sus miembros enfrentan.
La
anterior matriz muestra cómo las capacidades con las que cuenta la comunidad,
desplegadas a través de sus estrategias ya descritas en los cuadros anteriores,
no son lo suficientemente potentes para garantizar soluciones a problemas que
se asocian y derivan de las amenazas como la malnutrición, el desempleo o el
trabajo infantil.
Como
señala la teoría del riesgo social, se deben contemplar además instrumentos de
gestión del riesgo mucho más estables y formales que comporten estrategias
sólidas derivadas de la intervención de las instituciones competentes de orden
local, nacional e internacional, para la reducción, prevención y control del
riesgo en las comunidades vulnerables.
En
nuestro caso, la gestión del riesgo debe señalas lineamientos elaborados desde
un enfoque diferencial y de derechos étnicos, para garantizar que la
elaboración de las estrategias en tal sentido, contenga acciones dirigidas a
potenciar las capacidades tanto de los grupos étnicos como de los actores que
intervienen para garantizar el desarrollo y bienestar de estas comunidades.
En
este marco de referencia, los actores y sus competencias son percibidos y
conceptualizados como instituciones cuya visión está atravesada por un fuerte
compromiso con el destino de las comunidades étnicas, en la medida que logran
reducir su vulnerabilidad, empoderar a sus miembros, y crear condiciones de
existencia digna.
El
empoderamiento de las comunidades como fin último, define el desarrollo de las
capacidades tanto de las instituciones vinculantes como de la comunidad que se
encuentra en el diván social. La gestión del riesgo comporta al mismo tiempo
capacidades informales y formales dirigidas hacia los objetivos que fundamentan
este propósito.
En
la medida en que las capacidades informales sean poco eficaces para solucionar
problemas sociales y económicos, se deben contemplar decididamente las acciones
derivadas del mercado y del sector público, con el objetivo de optimizar los
perfiles de estrategias desplegadas que desarrollen capacidades en el entorno
vulnerado.
El
siguiente cuadro muestra el tipo de instituciones que se vinculan en este
propósito, junto con sus responsabilidades y desafíos.
Cuadro 11: Instituciones que
intervienen en la gestión del riesgo de las comunidades étnicas.
|
||||||
Actor/institución
|
Responsabilidad
|
Problemas
|
Papel en el desarrollo local
|
Papel en la RRD
|
Interrelación con otros actores
involucrados
|
Percepción, importancia y relevancia
para la comunidad
|
Administración Municipal
|
·
Liderar la planeación del territorio.
·
Garantizar la seguridad de la población.
·
Proveer los servicios esenciales a la población.
·
Generar calidad de vida.
|
·
El enfoque diferencial es débil.
·
La capacidad de gestión es limitada.
·
Falta de integralidad en la gestión municipal.
·
No existe un plan estratégico de gestión del riesgo para grupos
étnicos.
|
·
Generar calidad de vida para la población.
·
Alcanzar y optimizar la integralidad de las dimensiones del
desarrollo
|
·
Garantizar la seguridad de la población.
·
Planificar el uso del territorio.
·
Zonificar los riesgos.
·
Agenciar la gestión del riesgo.
|
·
Tiene una relación en red con todos los actores involucrados en su
jurisdicción.
|
·
La comunidad la ve como la responsable de la planeación y ejecución
de los planes estratégicos de desarrollo municipal.
|
Departamento municipal de planeación
|
·
Planificar el uso del territorio.
|
·
Es necesario que sus planes sean consistentes en el tiempo bajo la
dimensión de la gestión del riesgo.
|
·
Es la secretaria clave en el plan de desarrollo municipal.
|
·
Fundamentar sus estrategias y políticas desde el conocimiento e
implementación de la gestión del riesgo
|
·
Tiene relación directa con todos los actores.
|
·
Se percibe como un actor poco cercano a la comunidad.
|
Gobierno Nacional
|
·
Respaldar la agencia política de los diferentes programas sociales,
económicos, culturales, políticos.
·
Velar por la incorporación de enfoques de derechos para el
desarrollo.
|
·
Presenta dificultades en la agencia del desarrollo.
·
Presenta dificultades en la planeación y agencia de enfoques de
derechos estratégicos para sus ciudadanos y comunidades.
|
·
Ha delegado la responsabilidad de la agencia política para el
desarrollo en los gobiernos locales.
·
Ha delegado la planeación y agencia de los enfoques de derechos
estratégicos en los gobiernos locales.
|
·
Tiene relación con todos los actores.
|
·
Responsable de la agencia e implementación del enfoque de gestión
del riesgo.
|
·
La comunidad lo ve como el responsable de los derechos étnicos y
territoriales.
·
Es visto como el responsable del desarrollo de las comunidades.
|
Gobernación de Antioquia.
|
·
Responsable de la incorporación de la agencia política del
desarrollo.
·
Responsable de la incorporación de los enfoques de derecho.
|
·
Presenta dificultades para incorporar los enfoques de derecho en las
comunidades vulnerables.
|
·
Debe formular un plan de desarrollo sostenible.
·
Debe incorporar el enfoque de gestión del riesgo desde una
concepción de derechos.
·
Los derechos étnicos deben ser un lineamiento estratégico.
|
·
Incorporar el enfoque de gestión del riesgo con una perspectiva
diferencial.
|
·
Tiene relación con todos los actores departamentales.
|
·
La comunidad lo incorpora como un espacio que delega su papel a
otros actores.
|
EPM
|
·
Empresa prestadora de servicios públicos.
|
·
Incorpora muy débilmente
lineamientos sociales en sus proyectos estratégicos.
|
·
Brindar servicios públicos de calidad en todos los rincones del
departamento.
|
·
Garantizar el buen estado del recurso técnico y tecnológico, para
evitar afectaciones.
|
·
Tiene relación con todos los actores en el municipio.
|
·
En general tiene una buena imagen ante la comunidad como prestadora
de servicios, sin embargo, la ven como una entidad que no está comprometida
con el bienestar social de la misma.
|
DNP
|
·
Es la principal institución de planificación en Colombia.
|
·
No ha logrado imprimir una cultura de la planificación en todos los
municipios del país.
|
·
Incorporar las demandas locales
|
·
Impulsar la incorporación del enfoque de gestión de riesgos en loa
instrumentos de planificación territorial.
|
·
Su papel define las políticas y estrategias del sector público y la
relación de éste con los otros sectores de la sociedad.
|
·
Con las comunidades no tiene mucha relación. Éstas no lo perciben
como una institución cercana.
|
Organizaciones de cooperación
internacional y ONGs
|
·
Impulsar el desarrollo sostenible del Municipio con los diferentes
enfoques de derechos.
|
·
Dificultades para construir sostenibilidad y empoderamiento de los
actores locales por su enfoque asistencialista.
|
·
Empoderar al gobierno municipal, las comunidades y la sociedad
civil.
|
·
Generar procesos de desarrollo basados en el desarrollo local y la
gestión del riesgo.
|
·
Relación con el gobierno local, las comunidades y ONG con quienes
intervienen.
|
·
Las comunidades las observan desde una visión paternalista.
|
Organizaciones de cooperación
internacional y ONGs
|
·
Impulsar el desarrollo sostenible del Municipio con los diferentes
enfoques de derechos.
|
·
Dificultades para construir sostenibilidad y empoderamiento de los
actores locales por su enfoque asistencialista.
|
·
Empoderar al gobierno municipal, las comunidades y la sociedad
civil.
|
·
Generar procesos de desarrollo basados en el desarrollo local y la
gestión del riesgo.
|
·
Relación con el gobierno local, las comunidades y ONG con quienes
intervienen.
|
·
Las comunidades las observan desde una visión paternalista.
|
Corporiesgos
|
·
ONG que tiene como misión aglutinar o convocar esfuerzos públicos y
privados para construir territorios seguros, empoderando a los actores
locales.
|
·
Depende de proyectos.
|
·
Tiene la capacidad y la experticia para acompañar procesos de
desarrollo a partir de planes territoriales.
|
·
Experiencia en la gerencia de procesos de reconstrucción, planes de
mitigación, planes de gestión del riesgo, planes locales de emergencia y
proyectos de educación para la incorporación de la cultura del riesgo en las
comunidades.
|
·
En su Junta Directiva cuenta con organizaciones del sector público y
privado.
|
·
En las comunidades con las que ha trabajado cuenta con el
reconocimiento y el prestigio por su trabajo serio en las áreas mencionadas.
|
Juntas administradoras local – JAL-
|
·
Participar en la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación
del POT.
|
·
Problemas presupuestales y vinculación con grupos clientelares en
algunas comunas.
|
·
Tiene la capacidad para convocar a los líderes en las comunas donde
tienen jurisdicción.
|
·
Son responsables de velar por la sostenibilidad de sus comunas.
|
·
Tienen relación directa con todos los actores y sectores asentados
en las comunas.
|
·
Son las representantes de la población en las comunas ante el
gobierno municipal
|
Juntas de acción comunal- JAC-
|
·
Participar en la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación
del POT.
|
·
Problemas presupuestales y vinculación con grupos clientelares en
algunas comunas.
|
·
Tiene la capacidad para convocar a los líderes en los barrios,
corregimientos, veredas o sectores donde tienen jurisdicción.
|
·
Son responsables de velar por la sostenibilidad de sus barrios,
corregimientos, veredas o sectores.
|
·
Tienen relación directa con todos los actores y sectores asentados
en los barrios, corregimientos, veredas y sectores.
|
·
Son las representantes de las comunidades a nivel de barrios,
corregimientos, veredas y sectores.
|
Cruz Roja Colombia
|
·
Organismo de socorro especializado en el manejo de personas
lesionadas en incidentes.
|
·
Falta mayor capacidad técnica en el tema de la gestión del riesgo
|
·
Puede contribuir a la incorporación de la cultura del riesgo en la
sociedad.
|
·
Permite concientizar a la sociedad de la gestión de riesgo.
|
·
Tiene relación con todos los sectores (público, privado, comunidad,
etcétera).
|
·
Relación directa con las comunidades, con quienes guardan una buena
imagen.
|
Cajas de compensación familiar _
Comfenalco, Comfama, compensar, Camacol-
|
·
Generar proyectos sociales de asistencia y proyectos de vivienda
dirigidos a sus afiliados y a quienes perdieron su empleo.
|
·
Capacidad técnica.
|
·
Pueden contribuir a elevar la calidad de vida de la población a
través de proyectos de vivienda de interés social, la salud y la educación
para las familias y los niños.
|
·
Promover proyectos de vivienda que incorporen la RRD, al construir
unidades habitacionales seguras ante los fenómenos.
|
·
Tienen relación con el sector formal de la economía a través de los
beneficios laborales. Con el sector informal a través de proyectos
gubernamentales con enfoque asistencialista.
|
·
Las comunidades más vulnerables las observan como proveedoras de
asistencia social en salud y educación.
|
Grupo empresarial Antioqueño
|
·
Representan los intereses del capital.
|
·
Desconocimiento del enfoque de gestión de riesgos; una visión
demasiado economicista de la sociedad.
|
·
Generar capital económico y empleo.
|
·
Reducir la vulnerabilidad socioeconómica de la población.
|
·
Relación tensa con los trabajadores y cercana con el gobierno
nacional.
|
·
La comunidad percibe que se tiene una deuda histórica con ella.
|
Fuerza Pública
|
·
Garantizar la seguridad de la ciudadanía.
|
·
Dificultades técnicas en relación con la gestión de riesgos.
|
·
Generar condiciones de seguridad para el desarrollo económico.
|
·
Garantizar las directrices en relación con el uso adecuado del
suelo.
|
·
Buenas relaciones con todos los sectores.
|
·
La población las mira con respeto.
|
En
la anterior matriz hemos mostrado dos cosas importantes:
- las instituciones claves en la generación del desarrollo para las comunidades étnicas tienen una importancia determinante en este propósito, sin embargo, son poco efectivas en la medida en que presentan un modelo de intervención que homogeniza los públicos demandantes. Tienen una representación como un todo orgánico sin fisuras y diferencias. Piensan el desarrollo como una receta en la que sus instrumentos son aplicables universalmente. Es importante una revisión de la conceptualización elaborada sobre el desarrollo, para poder transitar del desarrollo como adquisición material al desarrollo como función de capacidades básicas para el buen vivir.
- En términos generales, la conceptualización del
desarrollo que hegemoniza las prácticas institucionales, y las orienta a
valorar los recurso técnicos, el discurso experto, y la operacionalización
racionalizada, le cierra las puertas a valorar la importancia que tienen
las representaciones del desarrollo en las comunidades. Las prácticas de
desarrollo hegemónico eclipsan las practicas orientadas para el buen vivir
que despliegan las comunidades. Este fenómeno limita las posibilidades de
empoderamiento, y al mismo tiempo, suprime el desarrollo de capacidades en
los individuos, hasta el punto de condicionar los relacionamientos con las
instituciones garantes del desarrollo a través de lógicas asistencialistas
que crean dependencia institucional. Una respuesta a tal lógica, surge de
las mismas comunidades, los organismos de cooperación internacional, ONGs,
y Grupos de base. Para estos actores, el desarrollo de capacidades es
clave, y se logra creando empoderamiento y fortalecimiento organizacional.
Aquí es importante que los lineamientos que comporta el desarrollo
incorporen como eje central el enfoque diferencial basado en derechos.
Plantear
la gestión del riesgo desde enfoques alternativos para reducir la
vulnerabilidad en las comunidades étnicas de la ciudad de Medellín constituye
un reto que implica:
- Una planeación estratégica en la que
intervengan los actores más determinantes para la reducción de la
vulnerabilidad en las comunidades. Esto implica fortalecer las capacidades
que poseen los actores de relacionamientos en red, para potenciar las
estrategias desplegadas en las diferentes agendas.
- Reducir los niveles de incertidumbre de los
planes y programas vinculados por los actores. Se requiere un esfuerzo
sostenido y constante de estos, revisando y evaluando permanentemente sus
propósitos, el enfoque, sus instrumentos, y mecanismos de acción.
- Garantizar que el diseño y aplicación de las
políticas sea coherente con las demandas de la comunidad, y sobre todo,
con sus realidades. Las políticas que encarnan estrategias para la gestión
del riesgo, deben comportar enfoques estratégicos en calve de derechos.
- Comprender que la gestión del riesgo es un
ejercicio permanente y de constante vigilancia por los entes responsables.
La vulnerabilidad es una realidad permanente, al igual que las estrategias
desplegadas para su reducción. Esto garantiza que la comunidad, y las
instituciones desarrollen capacidades para el desarrollo.
- Es indispensable afirmar que la gestión del
riesgo debe estar vinculada a los ejercicios de planeación de los actores
cuya función es garantizar el bienestar de la comunidad.
Los
lineamientos considerados en la gestión del riesgo son necesarios para armar un
modelo de riesgo de las comunidades étnicas. Este posible modelo se puede
expresar a través de la relación existente entre:
- Las amenazas y la vulnerabilidad. La presencia de amenazas tiene una relación directa con el aumento de la vulnerabilidad; el aumento de las amenazas en un contexto social aumenta las posibilidades de eventos que vulneren a la comunidad.
- Las amenazas, la vulnerabilidad y las capacidades. Las amenazas y la vulnerabilidad tienen una relación inversa con las capacidades. El aumento de la vulnerabilidad limita las capacidades de los individuos, al mismo tiempo que el desarrollo de capacidades institucionales o comunidades para la gestión del riesgo desvanece la probabilidad de enfrentarse a episodios de vulnerabilidad.
- Las amenazas, la vulnerabilidad, las
capacidades y el riesgo. La probabilidad de sufrir episodios de riesgo
está determinado por el comportamiento de las capacidades. Si las
capacidades de las instituciones y las comunidades son robustas, en dicha
relación, el riesgo puede preverse, controlarse y superarse. En este
escenario la sociedad está preparada, y el riesgo puede asumirse o
incorporarse en las decisiones futuras, delimitando el tipo de acciones y
sus impactos negativos o positivos en la planeación estratégica para el
desarrollo. Por otro lado, si las amenazas y l vulnerabilidad tiene un
peso significativo en esta relación, la población nunca estará preparada
para enfrentar el riesgo, y mucho menos para incorporarlo en un conjunto
de acciones para el desarrollo.
Es
de suprema importancia señalar que un modelo del riesgo basado en la gestión
del riesgo, es fundamental para el desarrollo de las comunidades étnicas en el
municipio de Medellín, en la medida en que se permita consolidar estrategias
que dinamicen el desarrollo de capacidades en los actores vinculados:
comunidades étnicas, instituciones privadas, públicas, y Organismos
internacionales. Estas capacidades disminuyen la incertidumbre asociada al
riesgo, y aumenta las posibilidades de planeación estratégica para el
desarrollo.
1.1 La transversalización como estrategia de agencia para las
comunidades afrodescendientes e indígenas en el Municipio de Medellín
La
presente propuesta transversalización del enfoque étnico en el municipio de
Medellín, tiene por objeto constituir un protocolo en clave del enfoque étnico
- racial mediante la consolidación de elementos teóricos y metodológicos que
orienten el diseño, ejecución y evaluación de estrategias de transversalidad en
planes, programas y proyectos de las diferentes secretarías, dependencias y
entes descentralizados del Municipio de Medellín.
La
articulación institucional y funcional en el Estado comprende:
Ámbitos
de decisión política y de gestión pública
·
Agenda
de Gobierno
·
Agenda
Sectorial
·
Agenda
Institucional
·
Planes,
Proyectos y Programas Públicos
·
Instrumentos
de gestión Central, Regional y Local
·
Gestión
Interna
En
todos los sectores
·
Incluso
los no tradicionales como Obras Públicas, Defensa, Telecomunicaciones, etc.
En
todos los niveles
·
Autoridad
de Gobierno
·
Ministerio
·
Servicios
Públicos del nivel Central, Regional y Local
·
Todas
las unidades dentro de la institución
·
Funcionarios/as
públicos/as
La
transversalización institucional para la atención a la población afrocolombiana
e indígena en Medellín es una estrategia que se diseña e implementa de acuerdo
a la situación concreta de los sujetos diferenciados y de sus condiciones
histórico – sociales, por tanto, busca incrementar el acceso a los recursos y
redistribuir recursos y oportunidades – en este caso – entre los pueblos afro e
indígenas.
De
igual forma, se busca promover la participación afro e indígena en los círculos
de decisión y estructuras de intermediación entre el Estado y la sociedad,
además favorecer la organización de étnica y su participación en el diseño y
evaluación de políticas.
Para
el caso específico de la transversalización institucional en el Municipio de
Medellín, lo que se espera es facilitar un dialogo y coordinación
interinstitucional entre las diferentes dependencias y entes descentralizados
para que los recursos y oferta programática general y diferencial para la gente
afro e indígena este coordinada y armonizada para la optimización de los
resultados.
La
transversalización institucional es una acción que evita la reproducción o
repetición de acciones y políticas, el desgaste de las comunidades con las
acciones no concertadas y repetitivas por diferentes entidades, el desperdicio
de recursos, el activismo estatal sin evaluación de los resultados, en últimas
es la acción estatal sin planificación.
Por
tanto, la atención a los grupos étnicamente diferenciados requiere la asunción
de programas que contemplen el enfoque étnico - racial y que se articulen
adecuadamente con las ofertas universales para la atención de las diferentes
necesidades humanas y sociales.
1.1 Fases y momentos de la articulación institucional
La
construcción de procesos de articulación institucional para la atención de
pueblos afrodescendientes e indígenas requiere contemplar y dinamizar los
siguientes momentos metodológicos:
- Establecer principios, objetivos y contexto
para la aplicación del enfoque étnico – racial.
- Fase de concertación: en esta etapa se
establecen acuerdos interinstitucionales para que todas las dependencias
entiendan y asuman la importancia del proceso.
- Fase de sensibilización y motivación.
- Fase de formación: en esta fase se capacita a
funcionarios públicos, contratistas, consultores, directivos encargados de
la toma de decisiones y operacionalización de los programas municipales.
- Acompañamiento institucional.
- Monitoreo y evaluación.
- Socialización de avances, logros y dificultades
1.2 Propuesta de composición de comité para la articulación
institucional y funcional del enfoque étnico – racial en el municipio de
Medellín
Se
conformará un comité de trabajo sobre de asuntos afrodescendientes e indígenas, en cabeza de la Secretaría de
Inclusión Social y Familia, con el objetivo de acordar acciones, armonizar la
atención, articular y transversalizar la oferta programática municipal para
grupos étnicos.
El
comité estará conformado por los siguientes actores, y todos los demás que
muestren interés en participar:
·
El
Director (a) de la Unidad de Etnias de la Secretaría de Inclusión Social y
Familia
·
Un
delegado (a) del Departamento Administrativo de Planeación
·
Un
delegado (a) de la Secretaría Cultura Ciudadana
·
Un
delegado (a) de la Secretaría de Educación
·
Un
delegado (a) de la Secretaría de las Mujeres
·
Un
delegado (a) de la Secretaría de Desarrollo Económico
·
Un
delegado (a) de la Secretaría participación Ciudadana
·
Un
delegado (a) de la Secretaría Salud
·
Un
delegado (a) del Instituto de Vivienda de Medellín (ISVIMED)
·
Este
comité técnico podrá invitar a otras dependencias, entidades y personas.
En
este comité participarán los funcionarios encargados de operacionalizar las
políticas públicas en el Municipio de Medellín, es decir, se propone que este
comité este conformado por líderes de programa, líderes de proyecto y
profesionales universitarios encargados del funcionamiento de cada acción y
quienes con el aval de sus coordinadores pueden incidir directamente en la
inclusión diferencial de la población afro e indígena. Lógicamente se
presentarán sesiones que requieran de la presencia de subsecretarios y
coordinadores de unidades, pero que el funcionamiento del comité no dependa de
estos funcionarios que la pasan muy ocupados y delegando en profesionales que
no conocen el tema, y que llegan a él circunstancialmente. Es decir, éste será
un comité técnico operativo para articular y transversalizar la oferta
programática del Municipio de Medellín con las poblaciones afro e indígenas.
Así, este comité técnico operativo, en cabeza de la Secretaría de
Inclusión Social y Familia, tendrá las siguientes funciones:
-
Implementar las decisiones del Consejo
Municipal Afrodescendiente
-
Articular y transversalizar la oferta
programática municipal para la población Afrodescendiente
-
Incorporar enfoques de política pública para
población afrodescendiente en oferta programática municipal
La coordinación y secretaría del Comité
Técnico, estará a cargo de la Secretaría de Inclusión Social y Familia. Este
comité elaborará su propio reglamento.
El Departamento Administrativo de Planeación
en conjunto con la Secretaría de Inclusión Social y Familia y el Comité
Técnico, implementará el sistema de
evaluación, seguimiento, control y mejoramiento a la política pública para
población afrodescendiente de Medellín.
1.3 Principales hallazgos en el análisis de la gestión del riesgo social
en poblaciones afrodescendientes e indígenas
Con el objetivo de consolidar algunos trazos
sobre los principales elementos encontrados en el ejercicio planteado con la
población afrodescendiente e indígena, podemos definir algunos hallazgos. Estos
pretenden bosquejar un panorama analítico resultante de los ejercicios de
cartografía, y las entrevistas. En tal sentido tenemos:
1.
Los ejercicios mostraron que tanto la
población afrodescendiente como la población indígena presentan riesgos
asociados a tres dimensiones determinantes en los estudios de pobreza; estas
poblaciones presentan riesgos asociados a la salud, la educación y el ciclo
vital, de forma muy recurrente. Adicionalmente, se puede observar en los
ejercicios planteados que dichos riesgos son interdependientes y que al hacer
la valoración de alguno de ellos, se descubre que termina creando unas
condiciones de vulnerabilidad vinculantes para los otros dos riesgos restantes.
2.
La discriminación racial se potencia en la
medida en que se consideran los efectos derivados de la escasa participación de
las poblaciones efrodescendiente e indígenas en el concierto social. Esto
implica déficit de sociabilidad de sus individuos en los espacios determinantes
de la cotidianidad, tales como el mercado laboral, la educación, la salud, y
las relaciones de convivencia con la sociedad blanca mestiza.
3.
Es importante señalar que en tanto se
restrinjan las posibilidades de sociabilidad, las poblaciones étnicamente
diferenciadas presentan niveles muy bajos de cohesión social, en especial por
la forma precaria con la que participan en el espacio social, mostrando una
forma deformada de sociedad civil, con pocos derechos ciudadanos. La forma como
se acercan las poblaciones étnicas al concurso institucional es reducida a las dinámicas
informales caracterizadas por un nivel muy bajo de formalidad, y bajos niveles
de información respecto de qué hacer y cómo hacer en para solucionar los
problemas de precariedad y pobreza existentes.
4.
En tal sentido, se afirma que las poblaciones
de igual forma tienen un acceso precario a la información ofrecida para el
vínculo con la institucionalidad y para su pertinente participación en la
estructura social. Por lo cual, participan muy informalmente en la
consolidación de estrategias para hacer gestión del riesgo social.
5.
Presentan de igual forma, un conocimiento muy
precario de la manera en qué opera el estado y sus instituciones, al igual que
del conjunto de derechos existentes para empoderarse como comunidades étnicas
en el estado multicultural que propone la constitución de 1991.
6.
Es preponderante una relación de dependencia
con las instituciones del estado, sus agendas, proyectos, y en especial, sus
programas de asistencia social. Las comunidades han creado una relación viciada
con los programas de ayuda social del estado, lo que en el mediano y largo
plazo limita las posibilidades de autonomía, y deteriora las relaciones con el
entorno institucional reduciendo el capital social basado en capacidades
existente.
7.
De forma adicional, las poblaciones
afrodescendiente e indígenas tienen bajos recursos con los cuales enfrentar los
problemas asociados a la pobreza. Esto implica una baja dotación de capacidades
para desarrollar estrategias de cara a la gestión del riesgo social.
8.
Se puede afirmar que el modelo de gestión del
riesgo funciona bajo los postulados que explican las estrategias de gobernanza
de la sociedad civil. Sin embargo, el mismo funciona siempre y cuanto se
cumplan algunos supuestos de partida como la participación activa de las
instituciones del estado y actores estratégicos en un primer momento, con el
objetivo de crear condiciones que permitan el proceso de empoderamiento de las
comunidades mediante la adquisición de capital social.
1.4 Recomendaciones para la construcción de un modelo de gestión
social del riesgo para grupos étnicos
1.
Se requieren, entonces, estudios para el análisis de
los factores de discriminación más invisibles, arraigados históricamente en la
cultura y los modos de relación, así como medidas afirmativas que compensen, en
el corto y mediano plazo, la deuda social de las instituciones del Estado y
diversos actores de la sociedad con este grupo poblacional. De igual forma se
enfatiza en que la existencia y el reconocimiento de la discriminación, y la
exigencia de medidas afirmativas han de ser desde un enfoque de restitución de
derechos, empoderamiento y generación de autonomía y potenciación de las
fuerzas internas y el propio poder de la comunidad afro, y no desde una mirada
que victimice a este grupo poblacional.
2.
Un posible modelo de gestión del riesgo debe basarse
en la consolidación de capacidades en las comunidades. Estas pueden ser leídas
como dotación de capitales sociales, culturales, y económico que permitan a las
comunidades planificar su futuro para el desarrollo local.
3.
Es perentorio considerar además en el modelo de
gestión social del riesgo, el análisis sobre la pobreza y el bienestar. Al
considerar estas variables en el modelo lo que se pretende es atacar los
detonantes clásicos de la vulnerabilidad: educación, salud, empleo, y ciclo
vital.
4.
Se debe considerar un modelo de gestión de riesgos
con las características anotadas, y las acciones de transversalización como una
posible estrategia de desarrollo del modelo. Esta estrategia consiste en
consolidar un modelo organizativo coordinado con actores y profesionales
encargados de diseñar, implementar y realizar un seguimiento sistemático a la
política pública implementada para las poblaciones afrodescendientes e
indígenas.
Al respecto, preciso construir y consolidar
estadísticas más robustas sobre las poblaciones afrodescendientes e indígenas.1.
. Estas estadísticas permiten afinar los
lineamientos con los que se construyen políticas públicas, y son consolidadas
para diseñar, implementar y ajustar planes de desarrollo local vinculados a la
política pública.
2.
Es preciso que la administración municipal elabore e
implementé una política pública con enfoque de derechos para las poblaciones
afrodescendiente e indígenas en situación de vulnerabilidad. Es central que dicha
política pública ajuste agendas de trabajo en la que los miembros de las
comunidades puedan ser partícipes.
Se debe seguir trabajando en campañas de
sensibilización en la administración municipal sobre la necesidad de
implementar los lineamientos de una política pública con enfoque de derechos
para las poblaciones afrodescendientes e indígenas, y de la necesidad que los
miembros de dichas comunidades participen en su elaboración e implementación.
El transformado de esta opción política radica en la necesidad de construir
capacidades y empoderar a las comunidades sobre estrategias de gestión social
del riesgo.
1.1 Plan de acción para la transversalización del modelo de gestión
del riesgo
Sobre la base de las consideraciones anteriores, a
continuación se presenta un plan de acción para Dirección de Etnias de la
Secretaría de Inclusión Social y Familia en consonancia con el enfoque del
Manejo Social del Riesgo. Este plan de acción operacionaliza la
transversalización de la variable étnica en planes, programas y proyectos. Es
importante enfatizar en torno al tipo de instituciones para la gestión de los
riesgos que se privilegia el papel de las instituciones formales debido a las
grandes privaciones en términos de bienestar objetivo que enfrentan los grupos
étnico-raciales en Medellín. Dicha
situación requiere de políticas de inclusión para fomentar o reforzar aquellas
instituciones informales que hasta el momento han sido importantes para la
gestión de los riesgos de los grupos étnico-raciales pero insuficientes para
garantizar el estándar de vida que ellos valoran de acuerdo a sus particularidades culturales.
Cuadro 12. Plan de acción de la dirección de etnias de la
secretaria de inclusión social y familia.
Objetivos estratégicos
|
Objetivos específicos
|
Indicador
|
Instituciones de tipo formal (privadas o públicas)
|
Garantizar los mecanismos institucionales para el
reconocimiento, restablecimiento y cumplimiento de los derechos humanos y
diferenciales de los pueblos indígenas y afrodescendientes en el municipio de Medellín
|
Transversalizar la oferta programática para la inclusión
diferencial y participación de los pueblos indígenas y afrodescendientes en la vida de la ciudad.
|
Diseño de la transversalización del enfoque diferencial en el
municipio de Medellín en el Plan de Desarrollo Municipal para la población
afrodescendiente e indígena.
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Departamento Administrativo de Planeación
Consejo
Municipal Afrodescendiente
Comité para la articulación institucional
y funcional del modelo social del riesgo para pueblos étnicos en el
municipio de Medellín
|
Incentivar el diseño, promulgación y ejecución de planes,
programas y proyectos en el sector público, el sector privado, el sector
solidario y la sociedad civil para el mejoramiento de las condiciones y
calidad de vida de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
|
Número de programas que incluyan la variable étnica-racial,
metas y recursos específicos para la población afrodescendiente e indígena
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Departamento Administrativo de Planeación
|
|
Política pública para población indígena formulada
|
|||
Inclusión y fortalecimiento de la variable de
autorreconocimiento étnica en los procedimientos, instrumentos y formatos.
|
Número de procedimientos, instrumentos y formatos de las
entidades municipales adecuados
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Departamento Administrativo de Planeación
|
|
Diseñar una estrategia de monitoreo y evaluación de la
inclusión de la variable étnica en los planes y proyectos.
|
Estrategia de monitoreo y evaluación diseñada
|
||
Realizar un diagnóstico poblacional de las condiciones de vida,
en general, de la población afrodescendiente e
indígena.
|
Diagnóstico sobre la población afrodescendiente y indígena en el municipio de Medellín
realizado
|
||
Incentivar el fortalecimiento organizativo y la visibilidad de
las comunidades afrodescendientes e indígenas.
|
Fortalecimiento de organizaciones que trabajen por los pueblos
indígenas y afrodescendientes.
|
Número de organizaciones fortalecidas
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Participación Ciudadana
|
Puesta en marcha del Consejo Municipal Afrodescendiente y
fortalecimiento de las mesas de trabajo permanentes por eje temático.
|
Número de secciones del consejo afrodescendiente.
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Participación Ciudadana
|
|
Puesta en marcha de la Mesa Indígena.
|
Número de secciones de la mesa indígena
|
||
Promover actividades de generación de ingresos para el buen
vivir.
|
Desarrollar un programa de competencias laborales para aumentar
la empleabilidad de los grupos étnico-raciales en el mercado de trabajo.
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Desarrollo Económico
SENA
|
Establecer una política de diversidad para la inclusión de
afrodescendiente e indígenas en el sector público.
|
Ley o decreto que obligue al sector público vincular a hombres
y mujeres afrodescendientes e indígenas.
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Servicios Administrativos
|
|
Crear una estructura de incentivos para la contratación de
población afrodescendiente e indígena por parte del sector privado
|
Ley o decreto que obligue a las empresas privadas, nacionales y
multinacionales que tengan contratos con el Estado vincular a hombres y
mujeres afrodescendientes e indígenas.
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Consejo
Municipal Afrodescendiente
Comité para la articulación institucional
y funcional del modelo social del riesgo para pueblos étnicos en el
municipio de Medellín
Secretaría
de Desarrollo Económico
|
|
Crear un programa de emprendimiento de los pueblos
afrodescendientes e indígenas que permita
potenciar sus potencialialidades culturales
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Desarrollo Económico
|
|
Promoción de microcréditos blandos y acceso
a capital semilla a las familias afrodescendientes e indígenas para el
emprendimiento y la generación de empleo
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Desarrollo Económico
|
|
Incentivar la formación para el trabajo de la población afrodescendiente e indígena. .
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Desarrollo Económico
Secretaría
de Educación
Institución
Universitaria Pascual Bravo
ITM
– Instituto Tecnológico Metropolitano
SENA
|
|
Generar acciones concernientes a fortalecer las capacidades
para escapar de la pobreza de acuerdo a las particularidades culturales de
los grupos étnico-raciales en Medellín
|
Crear un programa de formación de docentes etnoeducadores
|
Programa de formación de docentes creado
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Educación
|
Implementar la cátedra de estudios afrocolombianos y la
etnoeducación en instituciones educativas.
|
Instituciones educativas que han implementado la cátedra de
estudios afrocolombianos y la etnoeducación.
|
||
Aumentar la inserción de niños afrodescendientes e indígenas en
educación preescolar
|
Población beneficiaria
|
||
Aumentar el acceso y permanencia de estudiantes afrocolombianos
e indígenas en los niveles básico, medio y universitario de las instituciones educativas.
|
Número de estudiantes matriculados en diferentes niveles
educativos
|
||
Crear un programa de becas para el acceso y permanencia en la educación posgradual de
estudiantes afrocolombianos e indígenas.
|
Número de estudiantes matriculados en educación posgradual
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Educación
Agencia
de Educación Superior de Medellín Sapiencia
|
|
Crear un programa de becas a la creación investigativa,
artística y cultural para iniciativas de las organizaciones de los pueblos
indígenas y afrodescendiente.
|
Número de estudiantes matriculados en programas de creación
investigativa, artística y cultural
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Cultura Ciudadana
|
|
Mayor aseguramiento, y mejoramiento en la calidad y oportunidad de la prestación de servicios de salud en
hogares afrodescendientes e indígenas.
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Salud
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Salud
|
|
Promover las campañas integrales de educación en salud sexual y
reproductiva para la población afrodescendiente e indígena, en los cuales se
haga énfasis en la superación de prejuicios en torno al uso
de anticonceptivos o métodos para prevenir enfermedades de transmisión
sexual para mujeres y hombres afrodescendientes e indígenas.
|
Población beneficiaria
|
||
Crear campañas de salud sexual y reproductiva dirigidas
especialmente a los hombres y su papel en el control de la fecundidad, así
como para la toma de decisiones frente a la reproducción.
|
Población beneficiaria
|
||
Mejorar la capacidad operativa, técnica y de gestión de las
instituciones y entidades territoriales responsables de la prestación de los
servicios para identificar y solucionar puntos que limitan la accesibilidad
y oportunidad del suministro de métodos de planificación familiar para la
población afrodescendiente e indígena.
|
Instituciones fortalecidas
|
||
Acceso diferencial a la vivienda para familias afrocolombianas
e indígenas.
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
ISVIMED – Instituto de Vivienda de Medellín
|
|
Desarrollar la línea de género y mujer como eje estratégico de
equidad.
|
Formación en equidad de género, derechos laborales,
participación ciudadanía, formulación de proyectos, iniciativas productivas
para las mujeres indígenas y afrodescendientes, con especial énfasis en las
madres cabezas de familia y las trabajadoras de los servicios domésticos.
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de las Mujeres
|
Desarrollar la línea estratégica de derechos humanos desde un
enfoque diferencial.
|
Campañas educativas contra el racismo y la discriminación
racial.
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Cultura Ciudadana
|
Crear un programa de atención inmediata y permanente a casos de
discriminación racial en la ciudad.
|
Programa de acompañamiento jurídico creado.
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Gobierno y Derechos Humanos
|
|
Acompañamiento para la atención diferencial y restablecimiento
de los derechos de la población afrodescendiente e indígena en condición del
desplazamiento forzado.
|
Población beneficiaria
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría
de Gobierno y Derechos Humanos
Secretaría
de Salud
|
|
Desarrollo de monitoreo crítico en salud en asentamientos,
inquilinatos y centros de recepción de población en situación de
desplazamiento forzado donde habite población afrodescendiente e indígena.
|
Población beneficiaria
|
||
Prevención de la mendicidad indígena y protección de los
derechos fundamentales de niños y niñas, jóvenes, mujeres y adultos mayores.
|
Población beneficiaria
|
||
Rescate de las tradiciones culturales y reconocimiento a la
identidad cultural de las comunidades Afrodescendientes
|
Reconocimiento y visibilización de la diversidad étnica y
cultural.
|
Número de centros de memoria histórica.
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Cultura Ciudadana
|
Promoción de la producción audiovisual y la participación de
los pueblos indígenas y afrodescendiente en la televisión, radio y otros
medios de comunicación.
|
Número de eventos y producciones audiovisuales orientas a
resaltar la historia y cultura de las poblaciones afrodescendiente e
indígena
|
Secretaría
de Inclusión Social y Familia
Secretaría de Cultura Ciudadana
Canal Une
Telemedellín
|
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